Deberá afrontar el pago de 148.000 euros a la Agencia Tributaria y 160.000 a la Seguridad Social

Hacienda levanta el embargo al chef catalán Sergi Arola

Sergi Arola, en el comedor de su restaurante madrileño. (Foto: EMILIO NARANJO)
El chef catalán Sergi Arola, pese a reconocer que 'ahora viene lo más duro', ve el vaso 'medio lleno' y se encuentra con 'muchas ganas' de seguir hacia adelante después de que Hacienda levantase ayer el embargo que le impuso hace justo dos semanas. 'Tenemos una mezcla muy compleja de sentimientos -dijo-, estamos con muchas ganas porque es nuestra vida, desde el primer momento, nosotros hemos cometido errores y los hemos asumido y en ese momento los asumimos de la manera que un empresario tiene que admitir sus errores: acudiendo a la Agencia Tributaria y diciendo que somos conscientes de la situación y queremos poner remedio'.
'Tenemos una mezcla muy compleja de sentimientos -dijo-, estamos con muchas ganas porque es nuestra vida, desde el primer momento, nosotros hemos cometido errores y los hemos asumido y en ese momento los asumimos de la manera que un empresario tiene que admitir sus errores: acudiendo a la Agencia Tributaria y diciendo que somos conscientes de la situación y queremos poner remedio'.

Consciente de su responsabilidad con Hacienda y la Seguridad Social, el cocinero reconoció que ahora le llega 'lo más duro', porque el restaurante 'necesita facturar' y el cierre coincidió con la semana del orgullo gay, uno de los momentos 'álgidos del año' para su local. El levantamiento del embargo se llevó a cabo entorno a las once de la mañana y fue su expareja, Sara Fort, jefa de sala del restaurante Arola Gastro (2 estrellas Michelín), la que estuvo presente. Una escena que Arola 'agradeció' no presenciar.

Pese a que el chef no quiso desvelar los detalles del acuerdo alcanzado para solventar la deuda reclamada, que asciende a 148.000 euros con la Agencia Tributaria y 160.000 con la Seguridad Social, confirmó que asumir este pago les supondrá 'muchísimo sacrificio'. 'Hemos llegado a un acuerdo que, en principio, con muchísimo sacrificio, nos tiene que permitir pagar lo que debemos y mantener nuestra actividad, que es mi obligación', señaló.

Arola (Barcelona, 1968), sin perder en ningún momento ese tono de voz fuerte que le caracteriza, afirmó que, 'en ningún momento', no quiso pagar. 'Es una cuestión de responsabilidad empresarial -expresó-, mi responsabilidad primera y única, desde el primer día que abrí el restaurante, hace 18 años, (haciendo referencia a sus inicios en Madrid, donde en 1997 se puso al frente del restaurante La Broche), es pagar a mis empleados'.

Y si esta es una máxima en su obligaciones como 'pequeño empresario', Arola ahora le suma el tener que ver de 'qué modo' recuperan la actividad 'lo antes posible' para volver a facturar y pagar las deudas adquiridas. Así, ayer mismo ponía a la venta uno de sus bienes más preciados, como así lo reconoció: su Harley Davidson.

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