El idioma inglés creará en cualquier momento su millonésima palabra, de acuerdo con una empresa estadounidense que controla el tráfico en Internet y cada pocas horas descubre neologismos a través de la detección y la supervisión del uso de nuevos vocablos. Pero los linguistas ortodoxos ponen en duda la afirmación de la empresa, aunque admiten que es una excelente estrategia de mercadeo.
La idea de que el inglés esté a punto de presenciar el nacimiento de su millonésima palabra parece una brillante campaña de relaciones públicas de la Global Language Monitor, establecida en Texas.
GLM cuenta con un poderoso buscador que controla el tráfico en la red, y hace dinero contándoles a las empresas cuánta presencia tienen en Internet y otros medios novedosos.
También puede detectar la aparición de palabras nuevas. Una vez que un término se ha utilizado 25.000 veces en las redes sociales y sitios similares, GLM lo declara incorporado a la lengua.
De acuerdo con sus cálculos, cada 98 minutos aparece una palabra nueva en el idioma inglés, de ahí que afirmen que la millonésima palabra está a punto de ser creada.
Sin embargo, los lexicógrafos -o expertos en nuevos vocablos cuentan una historia distinta. Los diccionarios tienen un criterio mucho más estricto sobre lo que constituye un añadido a la lengua. Por ejemplo, el neologismo, para ser tal, debe haber sido utilizado durante algún tiempo.
Los lexicógrafos defienden, asimismo, que el tamaño exacto del vocabulario en inglés es imposible de cuantificar, pero añadirán que si se aceptan los términos técnicos y las oscuras palabras de la jerga de los especialistas, la cuenta sobrepasó el millón hace un buen rato.
En cambio, si se restringen estos vocablos, hay cerca de tres cuartos de millón de palabras, lo que por cierto queda bastante fuera del alcance incluso de quienes dominan la lengua y hablan con fluidez. Estos utilizan entre 20.000 y 40.000 palabras.
De todas formas, con 1.500 millones de personas en todo el mundo hablando alguna versión del inglés, y la facilidad con que el idioma incorpora nuevas palabras, no sorprende que ésta sea la lengua que más rápido crece en el mundo.
GLM cuenta con un poderoso buscador que controla el tráfico en la red, y hace dinero contándoles a las empresas cuánta presencia tienen en Internet y otros medios novedosos.
También puede detectar la aparición de palabras nuevas. Una vez que un término se ha utilizado 25.000 veces en las redes sociales y sitios similares, GLM lo declara incorporado a la lengua.
De acuerdo con sus cálculos, cada 98 minutos aparece una palabra nueva en el idioma inglés, de ahí que afirmen que la millonésima palabra está a punto de ser creada.
Sin embargo, los lexicógrafos -o expertos en nuevos vocablos cuentan una historia distinta. Los diccionarios tienen un criterio mucho más estricto sobre lo que constituye un añadido a la lengua. Por ejemplo, el neologismo, para ser tal, debe haber sido utilizado durante algún tiempo.
Los lexicógrafos defienden, asimismo, que el tamaño exacto del vocabulario en inglés es imposible de cuantificar, pero añadirán que si se aceptan los términos técnicos y las oscuras palabras de la jerga de los especialistas, la cuenta sobrepasó el millón hace un buen rato.
En cambio, si se restringen estos vocablos, hay cerca de tres cuartos de millón de palabras, lo que por cierto queda bastante fuera del alcance incluso de quienes dominan la lengua y hablan con fluidez. Estos utilizan entre 20.000 y 40.000 palabras.
De todas formas, con 1.500 millones de personas en todo el mundo hablando alguna versión del inglés, y la facilidad con que el idioma incorpora nuevas palabras, no sorprende que ésta sea la lengua que más rápido crece en el mundo.
