El Congreso dio luz verde a la tramitación de la reforma de la Ley de Tráfico, que defendió el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien se mostró abierto a consensuar la edad a la que establecer el uso obligatorio del casco de bicicleta en ciudad.
La propuesta de reforma, que comenzó ayer su andadura parlamentaria, permitirá subir a 130 kilómetros por hora la velocidad máxima en algunos tramos de autovías y autopistas, y duplicará la multa hasta los 1.000 euros por conducir con tasas de alcohol y drogas superiores a lo permitido además de prohibir el uso de detectores de radar.
El titular de Interior expresó su deseo de consensuar todo lo posible la ley y, tras el debate, dijo que 'sin renunciar' al principio de que el casco en vía urbana ha de ser obligatorio para los menores (el texto fija la edad de 18 años), 'no parece que sea un cuestión esencial' ese límite.
Por ello, si con una modificación de ese punto se consigue un amplio acuerdo, el ministro no se va a oponer a reducir ese límite. De hecho, CiU, como explicó su diputado Jordi Jané, ya anunció que presentará una enmienda parcial para fijar en 16 años la edad máxima en la que el casco debe ser obligatorio cuando se circule en bici por la ciudad.
Fernández Díaz aseguró ser 'consciente' de la polémica que puede generar la subida de la velocidad en algunos tramos y quiso dejar claro durante su intervención que no supondrá coste alguno porque se informará de dónde se puede en los paneles electrónicos ya existentes.
Durante el debate, Ricardo Sixto, de IU, defendió la enmienda a la totalidad de su grupo y rechazó la posibilidad de imponer el casco de la bici en ciudad porque 'desincentivará' el uso de este medio de transporte.
Por el PSOE, su diputado Carles Corcuera pidió que se suprima la obligación de que los ciclistas menores de 18 años tengan que llevar casco en ciudad y mantener el límite máximo de velocidad en autopistas en 120 kilómetros por hora y no en 130.
A Toni Cantó, de UPyD, le pareció que el texto tiene ánimo 'recaudatorio' y echó en falta medidas de mejora de las infraestructuras.
El titular de Interior expresó su deseo de consensuar todo lo posible la ley y, tras el debate, dijo que 'sin renunciar' al principio de que el casco en vía urbana ha de ser obligatorio para los menores (el texto fija la edad de 18 años), 'no parece que sea un cuestión esencial' ese límite.
Por ello, si con una modificación de ese punto se consigue un amplio acuerdo, el ministro no se va a oponer a reducir ese límite. De hecho, CiU, como explicó su diputado Jordi Jané, ya anunció que presentará una enmienda parcial para fijar en 16 años la edad máxima en la que el casco debe ser obligatorio cuando se circule en bici por la ciudad.
Fernández Díaz aseguró ser 'consciente' de la polémica que puede generar la subida de la velocidad en algunos tramos y quiso dejar claro durante su intervención que no supondrá coste alguno porque se informará de dónde se puede en los paneles electrónicos ya existentes.
Durante el debate, Ricardo Sixto, de IU, defendió la enmienda a la totalidad de su grupo y rechazó la posibilidad de imponer el casco de la bici en ciudad porque 'desincentivará' el uso de este medio de transporte.
Por el PSOE, su diputado Carles Corcuera pidió que se suprima la obligación de que los ciclistas menores de 18 años tengan que llevar casco en ciudad y mantener el límite máximo de velocidad en autopistas en 120 kilómetros por hora y no en 130.
A Toni Cantó, de UPyD, le pareció que el texto tiene ánimo 'recaudatorio' y echó en falta medidas de mejora de las infraestructuras.
