Tan genial es el concepto de tapear y tan ricas y variadas las tapas españolas, que el invento se extendió por el mundo como la pólvora y llegó el momento de reivindicar su españolidad para que su origen no quede difuminado: por ello se instituyó el 29 de septiembre como Día Mundial de la Tapa.
'Que no nos roben algo que es absolutamente nuestro', dijo ayer el cocinero Pedro Subijana (del restaurante Akelarre, tres estrellas Michelin), presidente de la asociación Saborea España, que impulsó esta iniciativa junto a la Federación Española de Hostelería (FEHR) y con el respaldo de Turismo.
El Día Mundial de la Tapa nace con vocación internacional y de continuidad, porque 'los pinchos y tapas son una forma excelente de hacer nombre y marca España', señaló. Las tapas son una forma 'más ligera y liviana' de disfrutar de la gastronomía, y también una manera perfecta de relacionarse. Quizá eso explique su éxito fuera de nuestras fronteras, y el riesgo de que según se populariza en distintos países se vaya olvidando su origen español. 'Es cómoda, fácil y por eso en muchos sitios se está haciendo uso de la tapa. Y como muchas veces pasó, tenemos muy buenas ideas pero después no sabemos venderlas', agregó el cocinero.
El presidente de la Federación de Hostelería, José María Rubio, recalcó pro su parte la importancia de explicar que la tapa es 'algo genuinamente español' y de reivindicarla como 'principal marca gastronómica de España en el mundo'. Promocionar los excelentes productos españoles es uno de los objetivos del Día Mundial de la Tapa. De momento, en su primer año, se celebrará en 30 ciudades españolas como Lugo, Barcelona, Madrid, Gijón o Pamplona, con más de 40 rutas en las que la tapa y el pincho serán los protagonistas, además de un concurso de fotografía inspirada en el tapeo.
Los promotores calculan que en la celebración, que se extenderá del 27 al 30 de septiembre en la mayoría de las ciudades participantes y hasta octubre en algunos casos, se consumirán dos millones de tapas con cerveza, vino o refresco.
Por último, la a secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, destacó que 'cada vez en más casos la primera motivación de los viajeros para elegir España como destino es la gastronomía'.
El Día Mundial de la Tapa nace con vocación internacional y de continuidad, porque 'los pinchos y tapas son una forma excelente de hacer nombre y marca España', señaló. Las tapas son una forma 'más ligera y liviana' de disfrutar de la gastronomía, y también una manera perfecta de relacionarse. Quizá eso explique su éxito fuera de nuestras fronteras, y el riesgo de que según se populariza en distintos países se vaya olvidando su origen español. 'Es cómoda, fácil y por eso en muchos sitios se está haciendo uso de la tapa. Y como muchas veces pasó, tenemos muy buenas ideas pero después no sabemos venderlas', agregó el cocinero.
El presidente de la Federación de Hostelería, José María Rubio, recalcó pro su parte la importancia de explicar que la tapa es 'algo genuinamente español' y de reivindicarla como 'principal marca gastronómica de España en el mundo'. Promocionar los excelentes productos españoles es uno de los objetivos del Día Mundial de la Tapa. De momento, en su primer año, se celebrará en 30 ciudades españolas como Lugo, Barcelona, Madrid, Gijón o Pamplona, con más de 40 rutas en las que la tapa y el pincho serán los protagonistas, además de un concurso de fotografía inspirada en el tapeo.
Los promotores calculan que en la celebración, que se extenderá del 27 al 30 de septiembre en la mayoría de las ciudades participantes y hasta octubre en algunos casos, se consumirán dos millones de tapas con cerveza, vino o refresco.
Por último, la a secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, destacó que 'cada vez en más casos la primera motivación de los viajeros para elegir España como destino es la gastronomía'.
