Oslo reconoce a las liberianas Leyla Roberta Gbowee y Ellen Johnson, presidenta del país, y a la yemení Tawakul Karman

Nobel de la Paz para tres activistas por los derechos de las mujeres

El secretario del Comité Nobel noruego, Thorbjørn Jagland. (Foto: T. BENDIKSBY)
El Nobel de la Paz 2011 recayó ayer en tres defensoras de los derechos de las mujeres y comprometidas con incluirlas en los procesos democráticos. La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf; la también liberiana Leymah Roberta Gbowee y la yemení Tawakul Karman fueron premiadas 'por su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y sus derechos a una participación plena en el trabajo de construcción de la paz', señaló el Comité Nobel noruego.
La democracia y la paz duradera en el mundo no son viables a no ser que las mujeres tengan los mismos derechos, defendió el comité, recordando que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en 2000 una resolución en esa línea.

Ellen Johnson Sirleaf, de 72 años, accedió al poder al ganar las elecciones de noviembre de 2005, convirtiéndose en la primera presidente africana elegida de forma democrática. Desde su puesto 'contribuyó a asegurar la paz en Liberia, promover el desarrollo económico y social y reforzar la posición de las mujeres', según el fallo del comité.

Leymah Roberta Gbowee, de 39 años, impulsó en 2002 del movimiento pacifista y multiétnico Women of Liberia Mass Action for Peace, que pondría fin a la segunda guerra civil en su país un año después, y trabajó por aumentar la influencia de las mujeres en África.

La yemení Tawakul Karman, de 32 años y la más joven en ganar el premio, jugó un papel central en la lucha por los derechos de las mujeres y por la democracia y la paz en su país, además de liderar el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas, creado en 2005.

El Comité expresó su 'esperanza' de poder contribuir a acabar con la represión de las mujeres y 'liberar' el gran potencial que representan para la paz y la democracia. El secretario del Comité Nobel, Thorbjørn Jagland, se mostró convencido tras el anuncio del premio de que éste será 'reconocido en el mundo' por tratar un tema 'tan importante', frente al revuelo causado en los dos últimos años por la elección del presidente de EE.UU., Barack Obama, y del activista chino Liu Xiaobo.

Convirtió en realidad el sueño de paz de Liberia
La activista liberiana Leymah Roberta Gbowee, ganadora del Premio Nobel de la Paz, lideró un movimiento pacifista integrado por mujeres que logró el anhelado sueño de poner fin a la guerra civil que devastó Liberia entre 1989 y 2003.

Tras 14 años de un conflicto en el que murieron más de 200.000 personas, Gbowee unió a mujeres de distintas religiones para exigir el fin de la guerra, indica la página web del documental producido sobre su vida 'Pray the devil back to hell' (Reza para que el diablo vuelva al infierno). Según la fuente, miles de mujeres liberianas se trasladaron a Ghana en junio de 2003 para manifestarse pacíficamente frente al lugar donde se hicieron las negociaciones entre los implicados en el conflicto, que estaban en punto muerto.

Las activistas, ataviadas con camiseta blanca, formaron un cordón alrededor del edificio y aseguraron que no se moverían hasta que se llegara el acuerdo. Las fuerzas de seguridad amenazaron con dispersar la concentración, y ellas respondieron que de ser así se quedarían desnudas, lo que disuadió a los militares de cualquier actuación.

La protesta culminó con el exilio de Charles Taylor, el hasta entonces presidente del país, y en la elección en 2006 de Sirleaf, ganadora también del Nobel, salió como presidenta de Liberia.

La primera presidenta del continente africano
Ellen Johnson Sirleaf, nombrada ayer Premio Nobel, es presidenta de Liberia desde 2006, y se convirtió en la primera mujer en ocupar una jefatura de Estado en África. Johnson Sirleaf también es conocida por ayudar a poner fin al conflicto armado en Liberia y a la caída del anterior presidente, Charles Taylor, al que un tribunal internacional juzga por crímenes contra la Humanidad.

Apodada en su país la 'Dama de Hierro', Johnson Sirleaf, de 72 años, opta un segundo mandato en las elecciones presidenciales el próximo martes, día 11. Nacida el 29 de octubre de 1938 en Monrovia, estudió economía en la Universidad estadounidense de Harvard y a comienzos de los años 70 ocupó el cargo de secretaria de Estado de Finanzas. En 1979 fue nombrada ministra de Finanzas en el Gobierno del presidente William Tolbert, cuyo derrocamiento y asesinato, tras el golpe de estado perpetrado el 12 de abril de 1980 por el sargento Samuel K. Doe, le obligaron dejar el país. En su exilio fue vicepresidenta de la oficina regional de África del Citibank, con sede en Nairobi entre 1982 y 1985. Regresó a su país en 1985 para presentar su candidatura al Senado. Además, es madre de cuatro hijos.

La activista que plantó cara al presidente yemení
La yemení Tawakul Karman se alzó ayer con el Premio Nobel de la Paz por su activismo político, que durante años le llevó a defender los derechos humanos en su país hasta convertirse ahora en un icono de la oposición contra el régimen. Desde su tienda de campaña en la plaza de Al Taguir (Cambio) en Saná, a Karman no le sobra tiempo en su protesta diaria contra el presidente del Yemen, Ali Abdalá Saleh, ya que no deja de contestar las llamadas telefónicas, y saludar a los transeúntes y jefes tribales que se le acercan.

Antes de que la oposición a Saleh iniciase la revuelta en la que el Yemen está inmersa desde el 29 de enero, esta mujer nacida en 1979 ya era conocida por organizar manifestaciones y acampadas contra el gobierno desde 2007. Casada y con tres hijos, Karman coordina el Consejo de los Jóvenes de la Revolución Árabe y es presidenta de la organización 'Mujeres periodistas sin cadenas', que creó en 2005.

'Soy una ciudadana del mundo, la tierra es mi patria y la humanidad es mi nación', escribe Karman en el perfil de su página de Facebook, que usa para difundir su lucha por las libertades y los derechos. Cabeza visible del movimiento opositor, fue arrestada incluso antes de que estallaran las protestas, el pasado 24 de enero, pero poco después fue liberada y en seguida volvió a la carga contra el régimen.


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