San Sebastián fue finalmente la ciudad elegida como Capital Europea de la Cultura 2016 con una propuesta de rebeldía cívica contra la violencia.
La noticia se conoció ayer por la tarde en el Ministerio de Cultura en boca de Manfred Gaulhofer, presidente del Comité de Selección de la Capital Europea de la Cultura 2016 de la Unión Europea. Este título será compartido, a su vez, por la ciudad polaca de Wroclaw. La propuesta de San Sebastián considera que obtener la capitalidad europea de la Cultura constituye 'una oportunidad para fortalecer el compromiso social por los derechos humanos y la rebeldía cívica contra cualquier forma de exclusión y de violencia'.
Según expuso Gaulhofer, San Sebastián 'tiene un claro compromiso con la cultura para contrarrestar su dura historia de violencia'. 'El jurado entendió que hay una clara expectativa de que la ciudad que represente a la cultura pueda contribuir a frenar la violencia en el País Vasco', añadió. Gaulhofer recordó que esta elección tuvo lugar 'con el mayor número de candidatos en la historia'. Asimismo resaltó lo 'difícil' de esta decisión tras las deliveraciones y discusiones.
Las ciudades de Burgos, Córdoba, San Sebastián, Segovia, Las Palmas y Zaragoza fueron las otras finalistas.
Durante el acto de ayer, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, considera que la elección de San Sebastián como futura Capital Europea de la Cultura en 2016 'premia el trabajo continuado de muchos años y el proyecto del alcalde socialista Odón Elorza' y por ello avisó a Bildu, que actualmente ostenta la Alcaldía, de que la ciudadanía no aceptaría 'desviaciones del proyecto inicial'.
La elección de San Sebastián, así como los argumentos esgrimidos por el Comité de la Unión Europea, ha desatado las críticas. El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, consideró un 'error' y un 'disparate' la elección por entender que 'las actividades culturales se convertirán en actos propagandísticos de Bildu'. La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, exalcaldesa de Córdoba, confesó que se siente 'dolida' por la designación de San Sebastián y consideró un 'grave error' que se haya tenido en cuenta el argumento político de la pacificación. El portavoz de Cultura del PP en el Congreso, José María Lasalle, lamentó que la 'visibilidad institucional' de Bildu podría usar este escenario para 'dañar gravemente y de forma irreversible la imagen de la ciudad'.
Según expuso Gaulhofer, San Sebastián 'tiene un claro compromiso con la cultura para contrarrestar su dura historia de violencia'. 'El jurado entendió que hay una clara expectativa de que la ciudad que represente a la cultura pueda contribuir a frenar la violencia en el País Vasco', añadió. Gaulhofer recordó que esta elección tuvo lugar 'con el mayor número de candidatos en la historia'. Asimismo resaltó lo 'difícil' de esta decisión tras las deliveraciones y discusiones.
Las ciudades de Burgos, Córdoba, San Sebastián, Segovia, Las Palmas y Zaragoza fueron las otras finalistas.
Durante el acto de ayer, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, considera que la elección de San Sebastián como futura Capital Europea de la Cultura en 2016 'premia el trabajo continuado de muchos años y el proyecto del alcalde socialista Odón Elorza' y por ello avisó a Bildu, que actualmente ostenta la Alcaldía, de que la ciudadanía no aceptaría 'desviaciones del proyecto inicial'.
La elección de San Sebastián, así como los argumentos esgrimidos por el Comité de la Unión Europea, ha desatado las críticas. El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, consideró un 'error' y un 'disparate' la elección por entender que 'las actividades culturales se convertirán en actos propagandísticos de Bildu'. La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, exalcaldesa de Córdoba, confesó que se siente 'dolida' por la designación de San Sebastián y consideró un 'grave error' que se haya tenido en cuenta el argumento político de la pacificación. El portavoz de Cultura del PP en el Congreso, José María Lasalle, lamentó que la 'visibilidad institucional' de Bildu podría usar este escenario para 'dañar gravemente y de forma irreversible la imagen de la ciudad'.
