La tecnología resucita el papel del hogar como clínica para enfermos crónicos

Las tecnologías y el desarrollo de las comunicaciones están recuperando la tradicional funcionalidad sanitaria del hogar, como el espacio más aconsejable para el auto-seguimiento médico de ciertos enfermos crónicos, según un informe presentado hoy por el Instituto de Salud Carlos III.
El estudio 'Innovación TIC para las personas mayores, situación, requerimientos y soluciones en la atención integral de la cronicidad y la dependencia' ha sido coordinado por Carlos Hernández, de la Unidad de investigación en Telemedicina y e-Salud del Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Participan en el mismo la Unidad de Bioingeniería y Telemedicina del Hospital Universitarios Puerta de Hierro, el Servicio de Informática del Sector Sanitario de Barbastro, los Hospitales Universitarios Virgen del Rocío y el Servicio de Neurología del Hospital Clinic de Barcelona, junto con la Fundación Vodafone.

Casi veinte autores han colaborado con este trabajo, en donde se destaca la infinidad de aparatos y tecnologías que se utilizan actualmente en la sanidad: desde novedosos y sofisticados dispositivos de todo tipo para el seguimiento rutinario de ciertas funciones o parámetros, hasta servicios como la teleasistencia o la interconexión de unidades médicas por Internet.

Según el coordinador del informe, el perfil de persona que se ajustaría al sistema de auto-seguimiento médico planteado en el estudio es el de un enfermo crónico diagnosticado como no grave y que actualmente acude regularmente al médico para controlar ciertos parámetros como la tensión, el azúcar, el colesterol, etc.

Salvo en situaciones de cambio dramático de esos parámetros estos enfermos no requieren intervención médica estrictamente, sino sólo un control.

Para ellos, las nuevas tecnologías ofrecen un amplio abanico de oportunidades que descongestionarían los hospitales y reducirían los costes sanitarios.

Según datos incluidos en el informe, en el horizonte de 2030 la incidencia de enfermedades crónicas entre mayores de 65 años doblará la actual.

Para esa fecha, el 80 por ciento de las consultas de los médicos de atención primaria podrían asociarse a alguna condición crónica; y más del 60 por ciento de las camas hospitalarias las ocuparán pacientes crónicos.

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