Introduce la posesión de porno infantil como delito y amplía a 20 años el tiempo para denunciar

El Vaticano endurece sus normas contra la pederastia

La Plaza del Vaticano.
El Vaticano ha dado una vuelta de tuerca en su lucha contra los curas pederastas y aprobó nuevas y más duras normas, entre las que destaca la ampliación de 10 a 20 años del tiempo para denunciar los abusos y la inclusión del delito de posesión de pornografía infantil. En las nuevas normas, presentadas ayer, también equipara los abusos contra discapacitados psíquicos adultos a los cometidos contra menores y establece que la Congregación para la Doctrina de la Fe pueda juzgar, previa orden del Papa, a cardenales, patriarcas y obispos por delitos contra la fe, la costumbre y la moral, en los que se incluye la pederastia.
Se trata de la puesta al día del documento 'De Delicta Graviora', de 2001, anexo al motu proprio 'Sacramentorum santictatis tutela', de Juan Pablo II, sobre los delitos más graves contra la moral y los sacramentos, entre ellos los abusos sexuales a menores por parte de clérigos.

El portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, subrayó que estas nuevas normas demuestran la decisión de la Iglesia de actuar 'con rigor y con transparencia' para afrontar los casos de abusos sexuales de clérigos a menores, decenas de ellos ocurridos durante décadas en EE.UU., Irlanda, Australia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda e Italia, entre otros países.


sanciones internas

Aunque se trata de normas y sanciones exclusivamente internas a la Iglesia, Lombardi precisó que se da por descontada la colaboración con las autoridades civiles 'y el cumplimiento de lo previsto por las leyes civiles' de cada país. A este respecto, el Promotor de Justicia (fiscal) del Vaticano, el arzobispo Charles Scicluna, indicó que 'hay que obedecer las leyes civiles sin esperar el éxito del proceso canónico'. Scicluna dijo también que el 'secreto pontificio', es decir la confidencialidad de los procesos canónicos a los curas pederastas, jamás debe impedir la denuncia a las autoridades civiles.

De las nuevas normas destaca que, a partir de ahora, el tiempo para denunciar un caso de abuso sexual por parte de un sacerdote a un menor se amplía de 10 a 20 años y se equiparan los abusos contra discapacitados psíquicos adultos a los cometidos contra menores. También se introduce un nuevo delito por el que se castigará la adquisición, posesión y difusión 'por parte de un miembro del clero, en cualquier modo y con cualquier medio', de imágenes pornográficas que tengan como objeto a jóvenes menores de 14 años. El Vaticano vuelve a proponer la confidencialidad de los procesos para tutelar la dignidad de las personas implicadas. La nueva normativa contempla que los procesos sean más rápidos, así como la posibilidad de no seguir 'el camino procesal judicial' normal cuando se trata de un hecho muy grave y presentar directamente al Papa esos casos para que el sacerdote culpable sea reducido lo más pronto posible al estado clerical.

Scicluna precisó que los casos graves representan el 20 por ciento del total. Las nuevas normas han sido enviadas a los obispos de todo el mundo y llegan tras los centenares de casos de abusos que sacudieron a la Iglesia católica en numerosos países.

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