No tuvimos smartphones, tablets, whatsapp ni Play4, pero en nuestra niñez nos lo pasamos estupendamente
Ver a los niños de ahora disfrutar con la nueva Playstation produce una sensación extraña. Por un lado, envidia sana. Pero por el otro, da un poco de pena pensar que el brutal avance tecnológico (Internet, consolas, smartphones...) provoque progresivamente que, quizás, se vayan dejando de lado juegos que nos han divertido durante décadas. Confiemos que no sea así, y que dentro de 30 años los niños sigan sabiendo disfrutar de los Lego. Tiene que ser así.
>Tente, Lego, clicks de Famobil, Playmobil
Cualquiera recuerda enconados debates en 5º de Primaria entre los aguerridos seguidores de los Lego -posibilidades infinitas- contra los de Playmobil. Increíbles naves espaciales o castillos versus el Barco Pirata y la Isla del Tesoro. Mucho ojito.
>Mecano
El primer día que me enfrenté a un Mecano me di cuenta que lo mío no iba a ser la tecnología ni el bricolaje. Pero qué bonitos eran.
>Micromachines
Las pequeñas joyas de los coches, bien acompañadas por extras como el parking o el maletín, que los terminó de convertir en un must de mediados de los años 90'.
Esta especie de prototipo del psicotécnico se convirtió en el sueño de muchos niños y niñas que ahora rondan los 40.
>Alfombra de carreteras y los coches majorettes 
¿Qué niño naciado a finales de los años 80 no tuvo una alfombra de este tipo? Eran prácticas, decoraban nuestra habitación y aún encima se erigieron como el soporte ideal para los estupendos coches majorette.
>Scalextric
Se podría diferenciar entre dos tipos de propietarios de Scalextric: todos los infantes apasionados convencidos del juego y después todos esos niños que lo recibieron en alguna Navidad como regalo de un padre que quería saldar una deuda con su propia infancia sin circuito de carreras.
>El Ibertren
Un juguete mítico de los años 70, y el germen de muchos coleccionistas cincuentones del 2015.
Nancys, Barriguitas, Nenucos, Barbies, Madelman,
Geypermans, G.I.Joes, Actio
>Los juegos Nova
Mi novia quiso durante un tiempo de su infancia ser alfarera gracias al Alfanova. Pero exhibiendo una saludable -e impresionante- amplitud de catálogo, poco a poco Mediterráneo fue sacando juegos como el Ceranova, Astronova, Tejenova, Mineranova, Plantanova, Moldenova, Micronova, Masternova, Arqueologic-nova, Fisinova, Arquitecnova...
...y con los que hacíamos alimentos (?)
Varias generaciones de niños descubrimos la trampa de la publicidad gracias a estos juegos. En los spots los mini actores sonreían mientras saboreaban el resultado de las minifábricas de gominolas, chocolates o nubes. Pero cuando llegaba el momento de la cata en tu casa, eso sabía peor que las coles de Bruselas.
>Blandi blub
Mejor no saber de que clase de experimento científico fallido salió este juguete. El terror de varias generaciones de madres por toda la mierda que iba recogiendo esta viscosa sustancia, que incluso llegó a protagonizar una mítica película junto a Robbin Williams.
>Mano loca
Increíble el juego que nos llegaron a dar estas manos pegajosas. Desde pegarlas a las paredes y cristales a a abofetear a tus amigos o intentar coger cosas, durante mucho tiempo fueron uno de los reyes de los juguetes de kiosko. Más aún cuando descubrimos que, cuando ya estaban muy sucias y dejaban de funcionar, un lavado con agua y jabón les otorgaba una vida extra.
>Telesketch
Nuestro primer iPad. La verdad es que hacía falta mucha paciencia para hacer un
dibujo en condiciones, pero con el paso de los años hemos visto como gente como un tal Bryan Etch consiguió cosas que nosotros ni podíamos soñar mientras le dábamos a las rueditas en casa de la abuela.
>Cinexin
A priorí, un juguete muy molón. Monta tu propio cine en casa, decían. Pero en la práctica, tres rollos de 30 segundos (no conozco a nadie que comprase más películas de esas que supuestamente se vendían por separado) terminaba siendo algo bastante monótono.
>Magia Borrás
¿Quién no tuvo de niño la fase de querer ser mago? Pues ahí estaba Magia Borrás para ofrecerte TODO lo que necesitabas para emular a Juan Tamariz, para castigo de unos pobres progenitores que deberían luego soportar interminables 'sesiones de magia'.
>Exin Castillos
Mucho antes de Juego de Tronos, los niños ya se divertían con los castillos medievales de Exin. Espectaculares. Incluso había una versión más 
modesta, unos recortables que comprabas en el kiosko y que, con paciencia, se acababan convirtiendo en unas fortificaciones cojonudas.
>Disco Chino
¿Alguien sabía jugar a esto?
>Furbies
Era ese tipo de juguete que anhelabas durante mucho tiempo, hasta que finalmente te lo traían los Reyes Magos, convirtiéndose en tu regalo favorito de esas navidades. Pero pasado un tiempo, lo cierto es que los Furbys acababan dando un poco de pereza. Los Tamagotchis tampoco mejoraron el asunto. Mejor adoptar un gato.
>Juegos de agua de Geyper
>Juguetes clásicos
Dentro del amplísimo catálogo de juguetes que se iban poniendo de moda en las clases -la sensación duraba un par de meses, hasta que llegaba el siguiente- hubo espacio para artículos de toda la vida, como el yoyó, la goma, la cuerda, los gogos -antiguas tabas-, la comba, el diábolo, el hula hop o las canicas, que conectaban trasversalmente a un montón de generaciones. Porque cómo molaba pedirle a tu abuelo que te enseñase un truco nuevo para la peonza.
>Tazos
'Ey, y ¿por qué no ponemos una fichita redonda de plástico en cada bolsa de patatas fritas?'. Al publicista que se le ocurrió esta idea espero que le hubiesen erigido un monumento en Matutano -y quizás Sanidad culparle en parte del aumento de la tasas de obesidad infantil-. Fue, sin duda, uno de los divertimentos cumbre de los años 90 en cualquier patio de colegio, alrededor de los tazos se construyó una cultura, con los portatazos, los tazos muy gastados -casi blancos- que arriesgabas en las partidas, los megatazos, que venían a ser tu jugador franquicia y los tazos especiales, que guardabas cual ladrón del Códice Calixtino bajo siete llaves.
>Diseña la moda
Seguro que unos cuantos diseñadores de Textil Lonia, Inditex, Bimba y Lola o Adolfo Domínguez se iniciaron de niños en los secretos del prêt-à-porter con este artilugio. Otro clásico de las Navidades durante muchísimos años.
>Los juegos de plastina de Play Doh
Los de Play Doh tenían una de las sintonías publicitarias más pegadizas de la historia de los juguetes españoles. Y de propina a Leticia Sabater, colegui.
>Y el Robot Emilio
¿Qué niño no soñó alguna vez con que un robot le llevase el desayuno a la cama? Ciencia ficción hecha realidad en un pequeño humanoide.
