Seis años después de haber sido aprobado inicialmente por la Corporación municipal, el Plan Xeral de Ordenación Municipal de A Rúa volvió a recibir el visto bueno del pleno, una vez cubiertos los requisitos exigidos por las nuevas normas. A partir de ahora, el Concello deberá solicitar los distintos informes y resolver las 70 alegaciones presentadas, en su mayoría relacionadas con errores de los planos y con la calificación de terrenos. La propuesta aprobada asigna a zonas verdes 320.189 metros cuadrados.
El equipo de gobierno de A Rúa iniciaba la redacción del Plan Xeral de Ordenación Municipal en 1999 y recibía la aprobación inicial tres años después. Sin embargo, la aprobación de nuevas normativas urbanísticas, como la Ley 9/2002 o la 6/2007 obligaron a superar nuevas exigencias a retrasar el proceso. Además, obligaron a llevar de nuevo el texto al pleno para repetir el mismo trámite de aprobación inicial, que fue concedido por unanimidad de la Corporación que preside José Vicente Solarat este viernes.
A partir de ahora, el Concello deberá revisar las 70 alegaciones presentadas por vecinos, aunque podrían reducirse a apenas 40, pues muchas de ellas incluyen la misma queja. La mayoría obedecen a errores en la elaboración de los planos, como sucede con la anchura equivocada de algunos viales, aunque también las hay que reclaman una revisión de la calificación del suelo, buscando conservar la opción de edificar en un futuro.
El PXOM rues prevé una superficie edificable de 1.393.985 metros cuadrados, lo que obliga a destinar a espacios libres y zonas verdes un mínimo del 15% -209.098 metros-, según la Ley 9/2002. Esta cifra es ampliamente superada en el plan, que la eleva hasta los 320.189 metros cuadrados, un 53% más de terreno que el exigido por la norma.
Para suelo dotacional, la normativa exige cinco metros cuadrados por cada 100 edificables de uso residencial. Un simple cálculo refleja que el PXOM rues debería asignar a esta calificación 69.700 metros cuadrados. En este caso, la propuesta elaborada por Monsa Urbanismo para el Concello eleva sobrepasa ampliamente esta exigencia, pues incluye 120.596 metros cuadrados de este tipo de suelo, o lo que es lo mismo, un 73% más de lo establecido.
Diez años para aprobar las normas
Después de recibir el visto bueno de la Corporación municipal, el Concello deberá solicitar los distintos informes necesarios para que el Plan Xeral de Ordenación Municipal se ajuste a la normativa. Paralelamente, deberá analizar las alegaciones al objeto de redactar el documento definitivo, el cual deberá volver al pleno que preside José Vicente Solarat para que éste le otorgue la aprobación provisional. Este trámite podría estar cubierto en el mes de abril del 2009 y tras superarlo, los técnicos deberán remitir el PXOM a la Xunta para que ésta le otorgue la aprobación definitiva.
Para dar respuesta a la petición, dispone de un plazo de tres meses, por lo que A Rúa podría disponer de normas urbanísticas en el verano del 2009, 10 años después del inicio de los trabajos, por lo que no son de extrañar las quejas de la oposición del PP por el retraso.
A partir de ahora, el Concello deberá revisar las 70 alegaciones presentadas por vecinos, aunque podrían reducirse a apenas 40, pues muchas de ellas incluyen la misma queja. La mayoría obedecen a errores en la elaboración de los planos, como sucede con la anchura equivocada de algunos viales, aunque también las hay que reclaman una revisión de la calificación del suelo, buscando conservar la opción de edificar en un futuro.
El PXOM rues prevé una superficie edificable de 1.393.985 metros cuadrados, lo que obliga a destinar a espacios libres y zonas verdes un mínimo del 15% -209.098 metros-, según la Ley 9/2002. Esta cifra es ampliamente superada en el plan, que la eleva hasta los 320.189 metros cuadrados, un 53% más de terreno que el exigido por la norma.
Para suelo dotacional, la normativa exige cinco metros cuadrados por cada 100 edificables de uso residencial. Un simple cálculo refleja que el PXOM rues debería asignar a esta calificación 69.700 metros cuadrados. En este caso, la propuesta elaborada por Monsa Urbanismo para el Concello eleva sobrepasa ampliamente esta exigencia, pues incluye 120.596 metros cuadrados de este tipo de suelo, o lo que es lo mismo, un 73% más de lo establecido.
Diez años para aprobar las normas
Después de recibir el visto bueno de la Corporación municipal, el Concello deberá solicitar los distintos informes necesarios para que el Plan Xeral de Ordenación Municipal se ajuste a la normativa. Paralelamente, deberá analizar las alegaciones al objeto de redactar el documento definitivo, el cual deberá volver al pleno que preside José Vicente Solarat para que éste le otorgue la aprobación provisional. Este trámite podría estar cubierto en el mes de abril del 2009 y tras superarlo, los técnicos deberán remitir el PXOM a la Xunta para que ésta le otorgue la aprobación definitiva.
Para dar respuesta a la petición, dispone de un plazo de tres meses, por lo que A Rúa podría disponer de normas urbanísticas en el verano del 2009, 10 años después del inicio de los trabajos, por lo que no son de extrañar las quejas de la oposición del PP por el retraso.
