Martin Verfondern afirma que las instaló para poner fin a los robos que sufría dentro de su vivienda

Seis cámaras vigilan la casa de una de las dos familias del pueblo de 'Sempre Xonxa'

Matín Verfondern muestra la herida
Seis cámaras de seguridad protegen la casa de Martin Verfondern en Santoalla (Petín) donde viven dos familias que llevan años enfrentadas. El holandés asegura que las instaló para impedir que le entren en la vivienda para robar.
Martin Verfondern instaló seis cámaras de vigilancia en su casa. Estas medidas de precaución no serían de extrañar en villas como O Barco o A Rúa, pero sí llaman la atención cuando son adoptadas en un pueblo como Santoalla (Petín), donde sólo viven dos familias. “Me entraban en casa a robar”, afirmó.

Este vecino de Petín de origen holandés y su esposa Margo Pool llegaron a Santoalla en 1998 y, en ese mismo momento, comenzó su enfrentamiento con la familia formada por Manuel Rodríguez, Jovita González y Julio Rodríguez. “Me hacen la vida imposible”, se quejaba ayer Martin Verfondern. La situación alcanzó tales extremos, que actualmente “siempre tengo que andar con cámara de vídeo o móvil”, según explicó.

Éstas y otras medidas de precaución no impidieron que este vecino de Santoalla fuese víctima de una agresión y ayer mostraba una herida en el cuello, que, según aseguró, le fue causada por un miembro de la otra familia con el mango de un hacha. Afirmó haber denunciado los hechos en el Juzgado.

Jovita González desmintió las acusaciones de MartinVerfondern. Reconoció que su marido golpeó con el bastón en la mano al holandés, aunque añade que lo hizo después de que éste derribase al suelo a su nuera, que está embarazada.

Detrás de este conflicto vecinal están los derechos de los montes comunales de Santoalla. Son 400 hectáreas de bosques de pinos, cuya venta beneficia a los comuneros (70%) y a la Xunta (30%).

Recientemente, el Juzgado número Uno de O Barco falló a favor de la familia holandesa que formuló la demanda civil, otorgándoles el derecho a participar de los beneficios de los comuneros.

Pero Manuel Rodríguez y su familia no están conformes con el fallo del Juzgado y apelaron a la Audiencia provincial.


Una visita guiada mostrará el abandono de Santoalla

Las quejas del holandés establecido en Santoalla no van dirigidas exclusivamente contra sus convecinos. También el alcalde de Petín, el socialista Miguel Bautista, mereció la crítica de Martin Verfondern.

Censura el estado de abandono en el que se encuentra el pueblo y asegura llevar una década reclamando su arreglo. “En realidad, la brigada de Santoalla son mis cabras, pues son las que limpian los caminos”. Además de criticar el mal estado en que se encuentran los caminos, apuntó que en diciembre murieron dos de sus cabritos, pues “el veterinario, que no tiene todoterreno, no pudo subir al pueblo”.

Ante esta situación, decidió organizar un visita turística guiada, en la cual mostrará el mal estado en que se encuentra la localidad. Será el jueves, por la mañana.

El alcalde recordó los 30.000 euros invertidos en el arreglo de la carretera de acceso al pueblo. Miguel Bautista también aludió a la memoria presentada a Vicepresidencia, buscando recuperar Santoalla. “Quedaron en enviar técnicos pero non veu ninguén”, dijo.

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