El número de familias que acuden a Cáritas Interparroquial de O Barco de Valdeorras aumentó más del 12 % en este año. Según los datos que maneja la ONG diocesana, son 105 las inscritas para recibir su ayuda, siendo nuevas 12 de ellas. Los datos los ofreció el presidente, Julio Mourelo, quien añadió que son 342 las personas a las que presta su apoyo, siendo nuevas 31.
La mayoría de las altas registradas en Cáritas barquense se corresponden con familias que llegaron del extranjero. Así, las españolas son cinco, el mismo número que suman las latinoamericanas, poseyendo las nacionalidades portuguesa y marroquí las dos restantes.
Julio Mourelo insistió en el problema que plantean muchas personas que carecen de documentación o que el Estado les deniega el asilo. Esta situación afecta incluso a personas que habían encontrado trabajo y que lo deben abandonar. Actualmente, Cáritas trata de conseguir que les otorguen el arraigo para que no tengan que abandonar la comarca.
"Estamos repartiendo muchos alimentos extra", indicó Mourelo. Explicó que son productos de primera necesidad que las familias no tienen fácil conseguir. Otras ayudas que están dando van destinadas al pago de las fianzas de viviendas, el recibo de la luz e incluso para la compra de gafas.
Sobre todo, lo que más precisan las familias que acuden a Cáritas son alimentos. En estos momentos, son 11 las que se encuentran en una situación muy difícil y que acudieron a los vales que concede la diócesis de Astorga. "Son para comprar lo más necesario", matizó el presidente.
Un problema añadido es el que tienen aquellas personas que se inscriben en busca de trabajo. Generalmente, buscan ayudar en las labores de casa o cuidadores. "No tenemos. Cayó la oferta de empleo", afirmó Julio Mourelo. A la hora de buscar las causas de la desaparición de estas ofertas de empleo aludió al miedo al covid-19 de los posibles contratadores y también a la imposibilidad de facilitar una jornada laboral normal.
