La Convivencia das Adegas de Oval, que tiene como marco la Ruta das covas de Oval (Rubiá), abrió un año más sus puertas para esperar a más de 1.000 personas que disfrutaron del vino de la zona y de suculentos pinchos.
Por tercer año consecutivo, las bodegas de Oval (Rubiá) abrieron sus puertasdar paso a una cita festiva que tiene en el vino su referente y que contó con una nutrida participación, la mayor parte valdeorreses que siguen esta tradición de fiesta y tazas de buen vino que se inicia en Seadur y continúa en Vilamartín y O Castro, con sus respectivas rutas por las correspondientes 'covas'.
La tercera Convivencia das Adegas de Oval contó este año con la presencia de 14 bodegas que ofrecieron vino y tapas a más de 1.000 asistentes por tan solo siete euros. Todo un récord de afluencia de público si se tiene en cuenta que el pueblo cuenta con escasamente 50 vecinos durante el año.
Una de las bodegas abiertas, la de la familia Moldes, no duda en seguir participando en nuevas ediciones ya que el éxito 'lo puedes ver dándote una vuelta'. A pesar de que la iniciativa no es tan conocida como la de Vilamartín y O Castro, cada año cuentan con más incondicionales.
'En la primera edición empezamos con 550 tazas vendidas; la pasada con 800 y ésta tenemos 1.200 que seguro que se venden', admite Sergio López, uno de los organizadores y miembro de la Asociación de vecinos de Oval, la organizadora del evento.
La charanga Os Bercianos se encargó de amenizar la fiesta recorriendo el pueblo de bodega en bodega, versionando clásicos que todo el mundo reconocía.
Poco después, y en la plaza del pueblo, el grupo 'Ana e Cristina' se encargó de animar a la numerosa juventud que acudió a esta cita del calendario festivo valdeorrés para degustar un vino bien acompañado y compartir diversión con vecinos y amigos, antes de bajar a Rubiá y O Barco para proseguir con otra noche de sábado. n
La tercera Convivencia das Adegas de Oval contó este año con la presencia de 14 bodegas que ofrecieron vino y tapas a más de 1.000 asistentes por tan solo siete euros. Todo un récord de afluencia de público si se tiene en cuenta que el pueblo cuenta con escasamente 50 vecinos durante el año.
Una de las bodegas abiertas, la de la familia Moldes, no duda en seguir participando en nuevas ediciones ya que el éxito 'lo puedes ver dándote una vuelta'. A pesar de que la iniciativa no es tan conocida como la de Vilamartín y O Castro, cada año cuentan con más incondicionales.
'En la primera edición empezamos con 550 tazas vendidas; la pasada con 800 y ésta tenemos 1.200 que seguro que se venden', admite Sergio López, uno de los organizadores y miembro de la Asociación de vecinos de Oval, la organizadora del evento.
La charanga Os Bercianos se encargó de amenizar la fiesta recorriendo el pueblo de bodega en bodega, versionando clásicos que todo el mundo reconocía.
Poco después, y en la plaza del pueblo, el grupo 'Ana e Cristina' se encargó de animar a la numerosa juventud que acudió a esta cita del calendario festivo valdeorrés para degustar un vino bien acompañado y compartir diversión con vecinos y amigos, antes de bajar a Rubiá y O Barco para proseguir con otra noche de sábado. n
