La caída de árboles en las orillas del Sil preocupa a los vecinos del casco antiguo de O Barco. Temen que puedan causar daños a las casas ubicadas en la margen derecha del río. En las últimas horas, el mal estado en que se encontraban dos chopos que crecen en una isleta hizo que se partiesen por el tronco y que sus copas se acercasen a los edificios más próximos al caer.
La amenaza preocupa a sus residentes y, en particular, a la Asociación Vecinal Porto da Barca, que preside Pilar Pérez Bustillo. En las próximas horas, este colectivo enviará un escrito a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil solicitando la limpieza del río, en el tramo del casco viejo barquense. Advierten que las posibles riadas del invierno podrían agravar aún más el peligro que entrañan los ejemplares que aún se mantienen en pie.
El concejal de Deportes, Parques e Xardíns, Julio Fernández Arias, mostró su preocupación ante el peligro que entraña buena parte de los chopos que crecen en la orilla derecha del Sil.
El edil aseguró que los trabajadores municipales asumirán la tala de los chopos deteriorados si el organismo de cuenca otorga la correspondiente autorización.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil no esperó a recibir el escrito de los vecinos para movilizar a sus equipos. El organismo que preside Francisco Fernández Liñares anunció ayer que sus guardas se desplazarían inmediatamente hasta el lugar donde cayeron los dos chopos para examinar el posible peligro del resto de los árboles. Sus responsables no descartan su eliminación, aunque esta decisión sólo será adoptada después de examinar detenidamente el informe de los técnicos. 'Despois determinaremos se se poden retirar', dijeron.
El concejal de Deportes, Parques e Xardíns, Julio Fernández Arias, mostró su preocupación ante el peligro que entraña buena parte de los chopos que crecen en la orilla derecha del Sil.
El edil aseguró que los trabajadores municipales asumirán la tala de los chopos deteriorados si el organismo de cuenca otorga la correspondiente autorización.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil no esperó a recibir el escrito de los vecinos para movilizar a sus equipos. El organismo que preside Francisco Fernández Liñares anunció ayer que sus guardas se desplazarían inmediatamente hasta el lugar donde cayeron los dos chopos para examinar el posible peligro del resto de los árboles. Sus responsables no descartan su eliminación, aunque esta decisión sólo será adoptada después de examinar detenidamente el informe de los técnicos. 'Despois determinaremos se se poden retirar', dijeron.
