Los cultivos de faba loba y miel dan nueva vida al rural de A Veiga

La búsqueda de proyectos que ayuden a frenar el abandono del medio rural llevó al Concello de A Veiga a apostar por la producción de productos como la miel, la faba loba y, muy pronto, la carne procedente de sus explotaciones ganaderas. El éxito acompañó a las primeras iniciativas puestas en marcha por el Concello, que recientemente se vio obligado a ampliar el centro apícola de la aldea de Prada. De las apenas cien colmenas que podían contarse en 2017, este Concello pasó a superar las 1.600, cambiando de una apicultura practicada de forma semiprofesional a contar con cuatro productores que tienen la miel como principal fuente de ingresos. Muy pronto serán más los profesionales si sigue en esta misma línea un campo al que se apuntaron otros 21 apicultores, que se dedican a la elaboración de miel como segunda actividad. El alcalde, Juan Anta, tiene clara la hoja de ruta del Concello. Su programa contempla que los productores de miel se cuadrupliquen en un plazo no superior a los seis años. La consecución de la Marca Montañas de Trevinca y la inscripción de los apicultores en la Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia tienen mucho que ver con esto buenos resultados. El auge de esta actividad obligó a ampliar las instalaciones del centro apícola preparado en la aldea de Prada. Una parte de la ampliación fue destinada a facilitar un mayor espacio a los apicultores, quienes encuentran aquí toda la maquinaria necesaria para el envasado y producción de su producto. Además, el proyecto incluyó el acondicionamiento de dos salas del edificio para el procesado de otro de los productos estrella, por los que apuesta el Concello: la judía seca conocida como faba loba (Phasseolus coccineus). Este segundo proyecto es de fecha más reciente, pues era impulsado hace poco más de un año, lo que no impide en que sean aproximadamente unas 27 personas las que lo producen en unos terrenos de aproximadamente dos hectáreas. Son tres los objetivos que persigue este programa: "mantener limpas as fincas, a posta en valor do produto e impulsar unha actividade económica. Queremos que a xente se inicie para adicarse a iso", según apuntó el alcalde. La carne es la base de un tercer proyecto La ampliación del centro apícola y de procesado de faba loba de Prada conllevó una inversión de 41.142 euros. El proyecto fue puesto en marcha dentro del Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) Valdeorras. Este otorgó una ayuda de 24.891 euros, que recibiría el visto bueno de la Agencia Galega de Desenrolo Rural (Agader). Los planes municipales no se limitan a estas dos actuaciones. El Concello ya trabaja en otros productos propios de las estribaciones de Trevinca, si bien, el alcalde prefiere guardar un discreto silencio respecto a ellos. Pese a ello, en las bocas de los vecinos de este Concello está la apuesta municipal por la carne de estas tierras. El Concello presentaba hace un par de años este produzco bajo la marca "Crianza Trevinca". Las xornadas gastronómicas de Xantar, en la ciudad de Ourense, fue el escenario elegido para su presentación. Ahora, las iniciativas municipales parecen encaminadas a la puesta en valor de este alimento. Con 39 explotaciones y 2.112 reses, según los datos del Instituto Galego de Estadística, el movimiento que genera esta actividad para la economía de un Concello de 889 habitantes es sumamente importante cuando se trata de frenar la despoblación.