El recubrimiento con hormigón y pizarra del cauce de dos arroyos de O Barco llevó a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil a expedientar a la Xunta.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil expedientó a la Xunta por las obras del anterior Ejecutivo en los arroyos Cigüeño y Valudo (O Barco), que cubrió de cemento y que denunció Adega.