Cáritas atendió a 137 en 2014, un 18% menos que el año anterior
El número de transeúntes que pasaron por O Barco en 2014 descendió un 18 % respecto al año anterior. Esta disminución aparece reflejada en los datos que maneja Cáritas Interparroquial de O Barco. Según su registro, hasta el 23 de junio de 2104 pasaron 137, cuando en 2013 y por estas mismas fechas, la ONG diocesana ya había atendido a 167.
El dato lo facilitó Isabel Álvarez, trabajadora social de Cáritas. Explicó que el número de transeúntes que pasan por O Barco oscila en función de las condiciones meteorológicas y que sus visitas suelen ser más frecuentes con el buen tiempo. En todo caso, la cifra es fluctuante y la gran mayoría se mueve siguiendo rutas predeterminadas.
Los sintecho acuden a la entidad benéfica en busca de comida, cena y cama, aunque con la llegada del tiempo de verano se conforman con los alimentos. Los vecinos de la calle de Doctor Pérez Lista pudieron comprobar cómo uno de los lugares preferidos por este colectivo desfavorecido es la entrada del antiguo edificio de los Juzgados, ahora cerrado a cal y canto. "Ahora, sobre todo, quieren comer y cenar", dijo el presidente de Cáritas Interparroquial de O Barco, Jesús Mourelo.
Esta preferencia hace que durante el mes de julio la ONG deje de facilitar temporalmente un lugar para dormir. Lo explicó Isabel Alonso, que también dijo que los fines de semana, cuando la oficina de la casa parroquial está cerrada, estos viajeros recurren al cura, que también posee un registro.
Los itinerarios son variados, pero cada uno de sus integrantes tiene el suyo predeterminado. En todo caso, durante las fechas veraniegas, los transeúntes cambian el interior por la costa. Los mismos que recorrieron las provincias del interior durante el invierno, se concentran en las ciudades costeras cuando llegan las vacaciones. Acuden atraídos por la concentración de turistas y en busca de su solidaridad. "Apreciamos que, en verano, la gente va más hacia la costa", dijo Julio Mourelo.
ROPERO
No todos los sintecho acuden a la llamada de la costa en verano, siempre hay quien pasa por O Barco en busca de alguna prenda de ropa. Cáritas también atiende un ropero, formado con las donaciones de los vecinos.
El presidente, Julio Mourelo, invitó ayer a los vecinos a dejar sus prendas usadas en horario de oficina: de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas. Hizo un llamamiento a no abandonarlas ante la puerta de la entidad fuera de esos periodos y los fines de semana y festivos. Con esta medida pretende evitar la mala imagen que ofrece la ropa tirada en la calle, en las inmediaciones de la sede de la entidad. En demasiadas ocasiones, personas desconocidas rompen las bolsas y buscan en su interior piezas de su agrado, esparciendo por la vía pública las demás.
