Los vecinos siguen circulando por el tramo deteriorado pese a las señales de prohibición colocadas

La Diputación corta el tráfico de la carretera de San Vicente ante el hundimiento del firme

La Diputación cerró al tráfico la carretera OU-807, a escasos 500 metros de San Vicente (Vilamartín). Sus técnicos tomaron esta decisión ante el hundimiento del vial a consecuencia de los temporales del invierno y de las pruebas realizadas con explosivos en una cantera de pizarra, según indica el Concello. Mientras el organismo provincial intenta dar una solución definitiva al problema, los vecinos hacen caso omiso de la prohibición de circular y, salvo contadas excepciones, continúan utilizando el tramo cerrado.
El Concello de Vilamartín prohibió a los empleados municipales viajar a San Vicente (132 habitantes) por la OU-807. Esta medida era tomada después de que la Diputación cortase el tráfico entre los kilómetros 7,3 y 8,4 de la carretera, principal vía de comunicación del pueblo con los demás núcleos del término municipal.

Los últimos temporales causaron el hundimiento de parte de la calzada, en unos 15 metros de carretera. Además, el piso repisó unos 20 centímetros en un tramo aún mayor. Las zonas dañadas coinciden con una cantera de pizarra cerrada por Industria, donde en diciembre fueron realizadas varias detonaciones con explosivos para analizar la viabilidad de abrir una explotación subterránea.

Esta circunstancia lleva a los responsables municipales a manejar la posibilidad de que las pruebas pudiesen aumentar el deterioro del vial, tal y como apuntó el concejal de Obras, José Pinto. La opinión de los técnicos de Industria es totalmente contraria. Este departamento afirma que el seguimiento con sismógrafos de las explosiones dio resultado negativo.

José Pinto confirmó la existencia de contactos con la Diputación “para buscar unha solución”. En este sentido, apuntó que un equipo de técnicos viajó hasta el pueblo vilamartinés para topografiar el lugar y buscar una solución al problema.

Pero los vecinos de San Vicente hacen caso omiso de las señales prohibiendo el tráfico que colocó por la Diputación. La carretera cortada no es la única de acceso al pueblo desde Vilamartín. Ni siquiera es la más corta. La que cruza O Mazo tiene sólo siete kilómetros por 10,8 la OU-807. Sin embargo, la gran cantidad de curvas y la pronunciada pendiente del vial alternativa concentran todo el tráfico en esta última. “A de O Mazo non serve para circular, só para un caso de emerxencia”, comentó un vecino.

La dificultad que entraña circular por la carretera de O Mazo hace que la práctica totalidad del tráfico de San Vicente continúe discurriendo por la carretera cortada, a pesar de que el peligro de hundimiento sigue presente.


Desviar el vial en el pueblo

Los vecinos de San Vicente y el Concello confían en que la solución que encuentren los técnicos de la Diputación sea definitiva. Aunque un nuevo relleno del tramo afectado podría solventar el problema hasta el próximo invierno, ambas partes coinciden en reclamar que el arreglo elimine las deficiencias a largo plazo. En este sentido, plantean la posibilidad de desviar la calzada en las inmediaciones del pueblo.

En todo caso, pretenden que no se repita un problema que comenzó en 1991, cuando la cantera de pizarra de Cavima estaba abierta. Las primeras deficiencias surgidas en la carretera dieron lugar a un largo conflicto de los vecinos y el Concello con la empresa. Ahora, otra pizarrera analiza la posibilidad de abrir una explotación subterránea. Con este motivo realizó varias catas en diciembre, supervisadas por la Consellería de Industria.

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