El arreglo provisional de la carretera OU-807, que comunica San Vicente con Vilamartín, supondrá una inversión de 150.000 euros. Esta suma aparece reflejada en el plan especial de actuaciones que la Diputación provincial diseñó para esta carretera. Este mismo estudio incluye una memoria del arreglo definitivo, cuya ejecución obligará a desembolsar 4,1 millones de euros.
Un tramo de un kilómetro de la carretera OU-807, que comunica San Vicente con Vilamartín, permanece cerrado desde marzo. La medida la tomó la Diputación provincial ante el hundimiento que registró el vial en el pasado invierno. Pese a ello, la práctica totalidad de los usuarios la continúan utilizando, salvo contadas excepciones, como la del transporte escolar, la tortuosa y empinada carretera de O Mazo, que fue propuesta como alternativa.
La situación variará en breve, después de que la Junta de Gobierno de la Diputación, que preside José Luis Baltar, aprobase un plan especial de actuaciones para volver a permitir el tráfico de vehículos pesados y turismos.
El plan aprobado incluye dos obras. La primera es provisional y se ejecutará con carácter de urgencia. Su plazo de ejecución es de un mes y su presupuesto es de 150.000 euros. El proyecto ya está redactado y prevé alejar la calzada del borde de la ladera, evitando así los problemas de estabilidad que plantea. Los trabajos prevén excavar la ladera opuesta, afirmar todo el trecho y colocar barreras de contención.
El concejal vilamartinés, Manuel Pinto, apuntó que, una vez ejecutada esta obra, la carretera volverá a abrirse al tráfico.
El arreglo definitivo fue programado para un plazo más largo, supondrá una inversión de cuatro millones y su ejecución se prolongará durante cuatro años. Prevé rellenar la vaguada existente para sujetar las laderas. Los trabajos deberán evitar contaminar el lecho del río y para el relleno se utilizará un millón de metros cúbicos de tierra.
La situación variará en breve, después de que la Junta de Gobierno de la Diputación, que preside José Luis Baltar, aprobase un plan especial de actuaciones para volver a permitir el tráfico de vehículos pesados y turismos.
El plan aprobado incluye dos obras. La primera es provisional y se ejecutará con carácter de urgencia. Su plazo de ejecución es de un mes y su presupuesto es de 150.000 euros. El proyecto ya está redactado y prevé alejar la calzada del borde de la ladera, evitando así los problemas de estabilidad que plantea. Los trabajos prevén excavar la ladera opuesta, afirmar todo el trecho y colocar barreras de contención.
El concejal vilamartinés, Manuel Pinto, apuntó que, una vez ejecutada esta obra, la carretera volverá a abrirse al tráfico.
El arreglo definitivo fue programado para un plazo más largo, supondrá una inversión de cuatro millones y su ejecución se prolongará durante cuatro años. Prevé rellenar la vaguada existente para sujetar las laderas. Los trabajos deberán evitar contaminar el lecho del río y para el relleno se utilizará un millón de metros cúbicos de tierra.
