El sector vendió 115.921 toneladas en un primer trimestre en el que Francia elevó sus compras

La exportación de pizarra detuvo su caída en este año

Pales de pizarra, en una nave de Carballeda.
La paralización de la construcción en Centroeuropa, provocada por las condiciones meteorológicas adversas del invierno no frenó la tímida recuperación del sector pizarrera.
Durante el primer trimestre del 2010, los pizarristas exportaron 115.921 toneladas, un volumen muy similar a las 116.766 que se vendieron en el mismo periodo del 2009. Este 0,7 por ciento de descenso infunde nuevos ánimos a este colectivo empresarial, donde ya se oyen previsiones de hasta un 8 de aumento para el primer semestre del año. Pero este optimismo no es general y también hay industriales que apuntan que el invierno, atípico por su crudeza, no permite extraer conclusiones de los cifras de exportaciones.

El principal importador, Francia, ya abandonó los números rojos. Con unas compras de 59.881 toneladas en los tres primeros meses, este mercado superó las 57.692 de hace un año, o lo que es lo mismo, registró un aumento del 3,8%. Este mismo porcentaje, sólo que con un menos delante, es el que resulta de comparar las exportaciones a este mismo país de los dos años anteriores, cuando el total anual descendió desde las 221.645 del 2008 hasta las 213.273 contabilizadas el pasado 31 de diciembre.


DESCENSO

En Alemania, que es el tercer país en pizarra importada, los datos son mucho peores. Si el invierno fue duro en toda la Unión Europea, la nieve paralizaba durante semanas la actividad del país germano. Entre enero y marzo, los clientes alemanes compraron 16.848 toneladas, un 9,4 por ciento menos que las 18.592 de un año antes. Fuentes empresariales apuntaron las dificultades que existen para obtener financiación en la banca alemana como un factor que hay que añadir a la meteorología adversa.

Hacia el Reino Unido viajaron 24.133 toneladas, cantidad muy parecida a las 24.236 del 2009. Este dato avala la recuperación de un mercado que cerró el año pasado con una caída del 23,8%. El sector irlandés de la construcción, que también es buen cliente de los pizarristas, comienza a revivir, aunque continúa ofreciendo registros negativos. Tras reducir a casi la mitad las importaciones en el ejercicio anterior -bajaron un 42,3 por ciento-, entre enero y marzo compró 4.629 toneladas. Este total rebajó hasta el 15,8% el porcentaje de reducción del volumen de operaciones.

Un dato nada positivo es el de la facturación del primer trimestre. Los 64 millones de euros de las ventas de hace un año se quedaron en los 60 del actual, lo que supone un descenso del 6,3 por ciento. En la Asociación Galega de Pizarristas (AGP) atribuyen esta disminución al aumento de las exportaciones de menor calidad, que está reduciendo el precio medio de la tonelada.El presidente de la asociación pizarrera, Víctor Cobo, considera "complicado" el momento actual. "No se ve continuidad en el mercado", apuntó, por lo que prefiere aguardar a los datos del primer semestre. En todo caso, resalta que lo que mercados como el alemán perdían en el primer trimestre "ya no se recupera".

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