Los autores aprovecharon la noche para cortar el alambre de espino en un tramo de cuatro kilómetros

Un ganadero de Chandrexa denuncia los destrozos causados en el cierre de una finca

Alambres cortados
Un vecino de Chandrexa denunció los daños ocasionados en cuatro kilómetros de la cerca de alambre de espino donde pace su ganado, que se escapó por ellos a los terrenos lindantes. La acción fue cometida en el transcurso de dos noches, las del miércoles yl jueves, y los propietarios de la finca desconocen los motivos que llevaron a ocasionar los daños y afirman que los autores son vecinos de la zona. Los hechos fueron denunciados en el cuartel de la Guardia Civil de Trives.
Los siete socios de la comunidad de montes de Celeiro y Vozqueimada no encuentran explicación a los daños causados en un tramo de cuatro kilómetros de cerca de alambre de espino. Rodea la finca de 30 hectáreas donde pastan 35 cabezas de vacuno de Gerardo Caneiro. Todas las reses se escaparon aprovechando una de las aberturas practicadas, obligando al ganadero a iniciar una búsqueda que aún continuaba en la tarde de ayer, pues seis de los animales aún no habían sido localizados. En los alrededores hay terrenos sembrados con centeno, en los cuales puede causar desperfectos el ganado, una circunstancia que se añade a las preocupaciones de los socios de la comunidad de montes.
Este ganadero indicó que los destrozos fueron provocados por las noches del miércoles y del jueves últimos, como apuntó en el cuartel de la Guardia Civil de Trives, donde denunció los hechos. Una pareja de agentes se desplazaba pocas horas después hasta la zona en la tarde de ayer para realizar la inspección visual de la zona.

Nadie vio nada

Nadie vio a los autores de los daños, quienes se ampararon en la oscuridad de la noche y aprovecharon los matorrales que crecen en este paraje para esconderse. De esta forma pudieron cortar los cuatro hilos de alambre de espino del cierre de la finca sin ser vistos.
“Non se viu a ninguén”, comentó Gerardo Caneiro. No obstante, el ganado está seguro de que para encontrar a los autores no hay que ir a buscarlos muy lejos. “A facer isto non ven xente de fóra”, indicó.
Estos hechos preocupan a los vecinos de la zona. Así lo apuntó un ganadero, que reconoció tener miedo de que quienes rompieron el cierre en otra ocasión podrían elegir la finca donde pace su ganado para causar nuevos destrozos.

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