La Consellería de Medio Ambiente aceptó parcialmente las alegaciones a las multas impuestas a cinco bercianos por escalar en el parque natural de Serra de Enciña da Lastra y rebajó su cuantía de 601 a 60 euros. Los escaladores las pagarán, aunque seguirán movilizándose para reclamar seguir escalando. También muestran su sorpresa por la prohibición de realizar actividades a menos de 500 metros de las aves rapaces.
Los cinco escaladores bercianos, multados por practicar este deporte en la pared Caliza Ceibe de la Serra de Enciña da Lastra, en Rubiá, están dispuestos a abonar las multas que les impuso la Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible. Pero no tendrán que pagar los 601 euros, pues este departamento aceptó parcialmente sus alegaciones, rebajando la cuantía hasta los 60 euros.
Estamos dispuestos a pagarlos, comentó Francisco González, uno de los escaladores sancionados en mayo del 2007. Sin embargo, no está conforme con la prohibición que pesa sobre la práctica de la escalada. A este respecto, afirmó que si hay que seguir haciendo movilizaciones, estoy dispuesto a sumarme a ellas.
Este escalador berciano también mostró su sorpresa por el argumento elegido por la Administración al decidir sancionarle, la prohibición de realizar actividades a menos de 500 metros de las aves rapaces. Del otro lado del río hay una cantera, comenta. La extracción de áridos no es la única actividad que se realiza en las inmediaciones de la zona de escalada, pues a menos de 300 metros está la línea de ferrocarril Palencia-A Coruña y a medio kilómetro escaso la central eléctrica de Cornatel.
La posibilidad de practicar la escalada en ciertos parajes del parque natural de Rubiá deberá aparecer recogida en los dos estudios informativos encargados por Medio Ambiente y la Federación Galega de Montañismo.
El profesor titular del área de Zoología de la Universidad de Vigo, Antonio Palanca, es el responsable de este último. Ayer apuntaba que el trabajo está pendiente de la última visita al parque natural, que no pudo realizar antes al no haber recibido los permisos necesarios para tomar fotografías.
Pese a no estar rematado, adelantaba su opinión de que podrá practicarse la escalada en las paredes donde se venía haciendo hasta mayo del 2007, cuando fueron multados los deportistas bercianos. En todo caso, esta circunstancia no será firme hasta la finalización del trabajo, que prevé para este mes.
La prohibición de la escalada y las sanciones a los deportistas bercianos movilizó a los escaladores y aficionados a la montaña. Sus protestas llegaron a los alcaldes e incluso al conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, con quien se reunió una representación de ellos. En esa cita se fraguaron los estudios que se están redactando.
Estamos dispuestos a pagarlos, comentó Francisco González, uno de los escaladores sancionados en mayo del 2007. Sin embargo, no está conforme con la prohibición que pesa sobre la práctica de la escalada. A este respecto, afirmó que si hay que seguir haciendo movilizaciones, estoy dispuesto a sumarme a ellas.
Este escalador berciano también mostró su sorpresa por el argumento elegido por la Administración al decidir sancionarle, la prohibición de realizar actividades a menos de 500 metros de las aves rapaces. Del otro lado del río hay una cantera, comenta. La extracción de áridos no es la única actividad que se realiza en las inmediaciones de la zona de escalada, pues a menos de 300 metros está la línea de ferrocarril Palencia-A Coruña y a medio kilómetro escaso la central eléctrica de Cornatel.
La posibilidad de practicar la escalada en ciertos parajes del parque natural de Rubiá deberá aparecer recogida en los dos estudios informativos encargados por Medio Ambiente y la Federación Galega de Montañismo.
El profesor titular del área de Zoología de la Universidad de Vigo, Antonio Palanca, es el responsable de este último. Ayer apuntaba que el trabajo está pendiente de la última visita al parque natural, que no pudo realizar antes al no haber recibido los permisos necesarios para tomar fotografías.
Pese a no estar rematado, adelantaba su opinión de que podrá practicarse la escalada en las paredes donde se venía haciendo hasta mayo del 2007, cuando fueron multados los deportistas bercianos. En todo caso, esta circunstancia no será firme hasta la finalización del trabajo, que prevé para este mes.
La prohibición de la escalada y las sanciones a los deportistas bercianos movilizó a los escaladores y aficionados a la montaña. Sus protestas llegaron a los alcaldes e incluso al conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, con quien se reunió una representación de ellos. En esa cita se fraguaron los estudios que se están redactando.
