En dos años, las pizarreras dejaron de exportar 84 millones de euros, según los datos que maneja un sector que dedica la mayor parte de su producción al mercado exterior. Las 465.000 toneladas exportadas en el 2009 supusieron una facturación de 248 millones de euros, muy por debajo de los 332 ingresados en el 2007, antes de comenzar la crisis.
Las 465.000 toneladas de pizarra exportadas en 2009 supusieron unos ingresos de 248,67 millones de euros para las empresas, o lo que es lo mismo, 84,14 menos que los 332,81 de 2007, cuando el sector de la construcción aún vivía tiempos de bonanza. Este fuerte descenso aparece reflejado en los datos que maneja un sector que comenzaba a recuperarse antes de que el invierno hiciese su aparición.
El fuerte descenso se tradujo en la pérdida prácticamente total de los empleos eventuales, con aproximadamente 1.200 puestos de trabajos perdidos en Valdeorras y Quiroga (Lugo), según las estimaciones que maneja el secretario comarcal de UGT, José Paradelo.
La piedra exportada en el año pasado supuso una reducción de más del 12% si se compara con las 534.000 toneladas de 2008. Este porcentaje es muy similar al descenso que acusó la facturación entre los dos últimos años.
El primer consumidor de la pizarra exportada, Francia, recuperó buena parte del terreno perdido desde que comenzó la crisis, en el segundo semestre del 2008. Las 213.000 toneladas importadas en el 2009 apenas suponen un descenso del 3,8%, respecto a las 221.000 del ejercicio anterior. Pese a ello, aún sigue lejos de las 292.000 del 2007.
Los importadores franceses son los que tiran de un sector que sigue con atención la evolución del mercado alemán, que sólo cayó un 5% en el último año. Las 89.000 toneladas de este periodo se aproximan a las 94.000 del 2008. No obstante, sus distribuidores deberán aplicarse para recuperar las 113.000 que compraron en el 2007.
En el Reino Unido, segundo consumidor de pizarra, la situación es totalmente opuesta, pues sus compras distan mucho de ir a más. Todo lo contrario, en el transcurso del 2009 descendieron casi un 24%, pasando de 124.000 a 94.000 toneladas. La crisis hizo estragos en este mercado, que en 2007 llegó a adquirir 153.000 toneladas. Esta caída no hace sino ahondar en la necesidad de desarrollar campañas promocionales para revitalizarlo, unas iniciativas que estudia el Parlamento autonómico.
La desigual incidencia de la crisis en las importaciones de los tres principales compradores de pizarra se repite en los dos siguientes: Por un lado están Bélgica y Luxemburgo, cuya recuperación se contabiliza conjuntamente en los datos que manejan los pizarristas. En el otro plato de la balanza está Irlanda, cuyo descenso se agranda según pasan los meses.
Bélgica y Luxemburgo importaron 29.000 toneladas en el 2009, un 5% por debajo de las 30.000 del año anterior. A su vez, los clientes irlandeses sólo adquirieron 21.000 toneladas, casi la mitad que un año antes. Más concretamente, las 37.000 del 2008 se redujeron en un 42% en el jercicio siguiente.
Mejores perspectivas
El sector comienza a notar el cambio de tendencia de las exportaciones. Estas buenas perspectivas se tradujeron en la reciente retirada de los expedientes de regulación de empleo de Industrias de Rocas Ornamentales SA (Irosa) y Cufica.
Sin embargo, en la Asociación Galega de Pizarristas no todos los empresarios desbordan entusiasmo. El duro invierno paralizó la construcción en varios países consumidores, lo que prácticamente paralizó los mercados. Esta circunstancia la apuntó su presidente, Jesús Vidal Corcoba, quien recientemente dijo no ser 'nada optimista'.
El secretario comarcal de UGT, José Paradelo, reconoció que esperaba registros peores. 'Pensé que iba a ser más grave', dijo. No obstante, muestra su preocupación ante las 'ajustadas' pantillas que dejó la crisis en las pizarreras. Eso sí, celebró que 'el 100% de los trabajadores que continúan en el sector tienen contratos indefinidos'.
El fuerte descenso se tradujo en la pérdida prácticamente total de los empleos eventuales, con aproximadamente 1.200 puestos de trabajos perdidos en Valdeorras y Quiroga (Lugo), según las estimaciones que maneja el secretario comarcal de UGT, José Paradelo.
La piedra exportada en el año pasado supuso una reducción de más del 12% si se compara con las 534.000 toneladas de 2008. Este porcentaje es muy similar al descenso que acusó la facturación entre los dos últimos años.
El primer consumidor de la pizarra exportada, Francia, recuperó buena parte del terreno perdido desde que comenzó la crisis, en el segundo semestre del 2008. Las 213.000 toneladas importadas en el 2009 apenas suponen un descenso del 3,8%, respecto a las 221.000 del ejercicio anterior. Pese a ello, aún sigue lejos de las 292.000 del 2007.
Los importadores franceses son los que tiran de un sector que sigue con atención la evolución del mercado alemán, que sólo cayó un 5% en el último año. Las 89.000 toneladas de este periodo se aproximan a las 94.000 del 2008. No obstante, sus distribuidores deberán aplicarse para recuperar las 113.000 que compraron en el 2007.
En el Reino Unido, segundo consumidor de pizarra, la situación es totalmente opuesta, pues sus compras distan mucho de ir a más. Todo lo contrario, en el transcurso del 2009 descendieron casi un 24%, pasando de 124.000 a 94.000 toneladas. La crisis hizo estragos en este mercado, que en 2007 llegó a adquirir 153.000 toneladas. Esta caída no hace sino ahondar en la necesidad de desarrollar campañas promocionales para revitalizarlo, unas iniciativas que estudia el Parlamento autonómico.
La desigual incidencia de la crisis en las importaciones de los tres principales compradores de pizarra se repite en los dos siguientes: Por un lado están Bélgica y Luxemburgo, cuya recuperación se contabiliza conjuntamente en los datos que manejan los pizarristas. En el otro plato de la balanza está Irlanda, cuyo descenso se agranda según pasan los meses.
Bélgica y Luxemburgo importaron 29.000 toneladas en el 2009, un 5% por debajo de las 30.000 del año anterior. A su vez, los clientes irlandeses sólo adquirieron 21.000 toneladas, casi la mitad que un año antes. Más concretamente, las 37.000 del 2008 se redujeron en un 42% en el jercicio siguiente.
Mejores perspectivas
El sector comienza a notar el cambio de tendencia de las exportaciones. Estas buenas perspectivas se tradujeron en la reciente retirada de los expedientes de regulación de empleo de Industrias de Rocas Ornamentales SA (Irosa) y Cufica.
Sin embargo, en la Asociación Galega de Pizarristas no todos los empresarios desbordan entusiasmo. El duro invierno paralizó la construcción en varios países consumidores, lo que prácticamente paralizó los mercados. Esta circunstancia la apuntó su presidente, Jesús Vidal Corcoba, quien recientemente dijo no ser 'nada optimista'.
El secretario comarcal de UGT, José Paradelo, reconoció que esperaba registros peores. 'Pensé que iba a ser más grave', dijo. No obstante, muestra su preocupación ante las 'ajustadas' pantillas que dejó la crisis en las pizarreras. Eso sí, celebró que 'el 100% de los trabajadores que continúan en el sector tienen contratos indefinidos'.
