Es por ello, que desde hace tiempo en el territorio ourensano, y en concreto en Valdeorras, se realizan este tipo de inoculaciones, como sucedió hace unos días en O Barrio de Cascallá, en Rubiá. Fue gracias a la Dirección Xeral de Planificación e Ordenación Forestal da Consellería de Medio Rural, a través de la empresa pública de Servizos Agrarios Galegos, Seaga, que trabaja en el desarrollo del programa “Loita Biolóxica para o control do cancro do castiñeiro provocado polo fungo ascomiceto Cryphonectria parasitica”.
“As cepas hipovirulentas nun cancro activo poden producir a cicatrización do mesmo”, explicaron desde Seaga, por lo que, siguiendo “una distribución por cuadrículas por toda Galicia” se realizaron inoculaciones en Valdeorras, de manera gratuita, para frenar la expansión del hongo.
SÍNTOMAS
Los árboles con sintomatología del cáncer son fácilmente identificables, con ramas de la copa que se van secando progresivamente durante la primavera y el verano y heridas características en la madera de las ramas que van muriendo. Cuando el árbol está afectado por completo, en la base del tronco aparecen heridas similares al impacto de una máquina que hubiera arrancado parte de la corteza.
