Jacinto Fernández Cueto legó su parte de la venta de un piso que compartía con su hermana

Un sacerdote de O Bolo dona 90.000 euros al santuario de As Ermidas en su testamento

Jacinto Fernández Cueto, un sacerdote de Lentellais (O Bolo) fallecido hace un año incluyó en su testamento una cláusula legando 90.000 euros al Obispado de Astorga, para que las destine al seminario y al santuario de As Ermidas, donde cursara sus estudios. Fue la parte que le correspondió de la venta de un piso que compartía con su hermana. Pese a la importancia de este donativo altruista, no será suficiente para frenar el deterioro de las construcciones y para favorecer la labor social que se presta en ellas.
Un vecino de Lentellais, pequeño pueblo de 152 habitantes perteneciente al Concello de O Bolo, incluyó en su testamento una donación de 90.000 euros destinada el santuario de As Ermidas. El sacerdote Jacinto Fernández Cueto legó la parte que le correspondía de la venta de un piso que compartía con una hermana suya.

En esta decisión, sin duda influyó su relación con el seminario de As Ermidas, donde cursó sus estudios, según indicaron en el santuario. La citada suma fue ingresada en el Obispado de Astorga después de su fallecimiento, acaecido hace un año, con la condición de que sea utilizado en el santuario y al seminario de As Ermidas.

Esta donación altruista fue resaltada por el alcalde de O Bolo, Manuel Corzo, empeñado en evitar la ruina de los edificios del seminario y del santuario. En la actualidad, éstos se encuentran en un estado de conservación que deja bastante que desear.

Este enorme deterioro consigue que la cantidad legada por el sacerdote bolés, pese a su elevada cuantía, no sea la solución definitiva al problema. Hace medio año, el Consello de la Xunta declaraba este paraje Bien de Interés Cultural (BIC), lo que establece una larga relación de medidas de protección. Una de ellas es la obligación de utilizar sillares de piedra, norma que encarece cualquier proyecto de restauración.

Los tres sacerdotes de As Ermidas pretenden derribar parte del edificio usado como cocina con carácter provisional después del derrumbe de diciembre del 2002. La construcción fue levantada con ladrillo y cemento, por lo que plantearon a Patrimonio la construcción de tres plantas. El bajo sería utilizado para construir la cocina y la alacena, la primera se destinaría a comedor y la superior a dormitorio.

Un hogar para necesitados de ayuda

El salón de actos del seminario está siendo utilizado como comedor después del derrumbe del 2002. Tiene una capacidad de medio centenar de personas, un número que muchas veces es superado.

Ayer, comieron diez personas en esta gran sala, muy difícil de calentar con la estufa de leña colocada en su interior, que también es usada para calentar una enorme olla llena de agua.

El seminario también cuenta con unas 60 camas en los dormitorios corridos, a las que hay que sumar otras cinco pequeñas habitaciones, que suelen asignadas a los matrimonios.

El promedio de personas que pernoctan en el seminario es de unas 20, aunque esta cifra se multiplica por cuatro en ocasiones. A la labor religiosa de los sacerdotes hay que añadir el servicio social que prestan.

A este lugar acuden personas que se quedaron sin familia o que tienen problemas en su seno. Aquí tienen comida y alojamiento, sin ningún coste.

Además, se ocupan de jóvenes conflictivos y de su educación. Ante esta labor, la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria colabora enviando un profesor para que de clases en el seminario.


RESTAURACIÓN

La Fundación de Nuestra Señora de As Ermidas también pretende la restauración del santuario y de su seminario.

Patrimonio finalizará la redacción del plan director del BIC en este año.

El deterioro de las construcciones se agravó con el corrimiento de tierras del 2002, que destruyó el dormitorio.

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