Las medidas proteccionistas afectarían a unas exportaciones que se doblaron en los últimos años
El desembarco de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, y la posibilidad de que introduzca aranceles a las importaciones en general, provocan el recelo del sector de la pizarra y, en particular, de aquellas empresas que poseen delegaciones en el país. En estos momentos, la pizarra que se mueve en el mercado estadounidense está muy lejos de los niveles que alcanzan en el francés, inglés o alemán. Con 6.855 toneladas importadas en los 11 primeros meses de 2016 a las canteras de Galicia y Castilla y León, ocuparía el sexto lugar en una hipotética clasificación de países, en función del volumen de roca comprado.
Las importaciones de los distribuidores estadounidenses en ese mismo periodo supusieron una facturación de 3.436.224 euros, cifra que apenas supone una pequeña parte de los 241.023.893 euros, correspondientes al total de 450.903 toneladas que exportaron las canteras. Pese a ello, la cifra supone un aumento más que considerable, respecto a los datos correspondientes al periodo enero-noviembre de 2008, cuando la crisis económica comenzaba a causar estragos. En aquellos momentos, los importadores norteamericanos habían adquirido 3.380 toneladas, por las que pagaron 1.601.906 euros, o lo que es lo mismo, duplicaron sus compras en ocho años.
"O sector está á expectativa pois non se sabe como van ser as medidas. O de Estados Unidos é un mercado interesante, con posibilidades de crecemento", comentaron fuentes del empresariado del sector.
Estados Unidos también posee canteras de pizarra, ubicadas en la Costa Este (en estados como los de Vermont o Virginia), pero apenas rondan la docena. Su producción no alcanza para abastecer la demanda de sus clientes, lo que obliga a los productores a cubrir sus necesidades importando roca a las canteras gallegas. Esta situación es consecuencia, en buena medida, del empleo de una tecnología que aún está muy lejos de la eficacia que alcanza en las explotaciones gallegas, lo cual da cierta tranquilidad al sector. Preocupa más la aparición de productos elaborados con derivados del petróleo. Los fabricantes pretenden conseguir que puedan competir con la roca que mueve la economía valdeorresa.
POCA INCIDENCIA DEL 'BREXIT' DE MOMENTO
La situación generada por el relevo en la Presidencia de Estados Unidos es muy similar a la generada por el "brexit" inglés. La salida del Reino Unido de la Unión Europea fue recibida con preocupación por los empresarios del sector de la pizarra. Con unas importaciones de 146.289 toneladas y una facturación de 70.242.376 euros en los 11 primeros meses de 2016, las islas son el segundo cliente en importancia de las canteras. La amenaza de medidas proteccionistas y la repercusión en la moneda, la libra, inquietan a los industriales. El problema surgió con el referéndum de mediados de 2016, pero a día de hoy la situación apenas varió. "La libra se recupera y el mercado de la pizarra sigue tranquilo. Al menos por el momento", según fuentes empresariales.
"No se aprecian grandes cambios, este año", añadieron esas mismas fuentes. En el sector se observa un mayor optimismo respecto a los próximos meses que el existente hace apenas algunas semanas. Tanto es así, que el incremento de las exportaciones, que al finalizar 2016 se situará en torno al 1 % respecto al ejercicio anterior, podría variar al alza, según sus previsiones. Aunque es algo pronto, para 2017 ya se manejan previsiones de exportación que superan en más de un 5 % las del año anterior.
