FIESTAS DE VERANO

Detrás de las comisiones de fiestas

photo_camera Los organizadores de la fiesta de O Rosal posan enfrente del campo donde actuará la orquesta Ledicia.

En Galicia y en verano, las verbenas son un reclamo popular. En las fiestas de los pueblos, un equipo con las pilas cargadas está en retaguardia para que no se escape ningún detalle en uno de los días más importantes para los vecinos.

Las viejas generaciones se hacen a un lado en la organización de las fiestas de los pueblos. Ellos ahora le dan la mano a los jóvenes para emprender la ardua labor de establecer el calendario y los detalles de las verbenas.

Ninguno pasa de los 27 años, y a pesar de haber estado siempre en contacto con los coordinadores de las fiestas, no fue hasta hace solo unos años cuando decidieron coger el relevo y emprender una aventura de manera altruista.  

Se prepara con mucha antelación y todo debe estar  al detalle para contentar al vecindario y tener el privilegio de decir: esta ha ido mejor que el año pasado. No se improvisa nada.
Cuando Cristina, Arias y Tato llegaron hace cuatro años a la comisión de fiestas estaban muy confusos con todo el proceso: "Era la primera vez que nos implicábamos en nuestra propia fiesta, nos resultó complicado", aseguran los organizadores. A pesar de esto, consiguieron reunir en una noche a más de 2.000 personas por primera vez en la historia de las fiestas de O Rosal con la orquesta Olympus. "Tuvimos suerte. Un amigo nos ayudó a contactar con ella y el precio fue asequible", revelan los jóvenes comisionistas. 

PRESUPUESTO NECESARIO

Formar parte de la Comisión de Fiestas implica recolectar los fondos, realizar los presupuestos y contratar a las orquestas. En el caso de O Rosal, los vecinos ya tienen unos ahorros y "eso da más confianza a la hora de emprender el proyecto", asegura Cristina Fernández. Pero en el caso de otros pueblos, es más difícil porque "cada vecino da la cantidad que quiere, y algunos no aportan nada", señala el jóven Diego Martínez, organizador de la fiesta de Oimbra. 
Elegir el día, aseguran, es clave para el éxito de la celebración, "en fin de semana, las grandes orquestas puede llegar a valer en agosto 5.000 o 6.000 euros más", desvelan Arias y Tato. Ellos este año han elegido celebrar la fiesta de O Rosal el jueves y el viernes 5 y 6 de agosto "por que fue más fácil acceder a una orquesta esos días". 

Para contratar a una orquesta, lo mínimo con lo que hay que contar serían unos 3.000 euros. No se paga directamente a los artistas, sino que pasa por diferentes intermediarios. "Del precio real de la orquesta a  lo que paga el pueblo puede haber una diferencia de 1.000 euros, la agencia de espectáculos se lleva una comisión por colocar generadores y tramitar la licencia de SGAE", asegura Antonio Laza de 26 años, coordinador de las fiestas de As Chas. 

PASOS PREVIOS

Las fases de organización de la fiesta pasan por realizar una memoria con todos los detalles como el aforo esperado, la charanga elegida o los permisos obtenidos. "Predecir cuántas personas van a asistir es muy controvertido, porque depende de la climatología y de la orquesta contratada", afirma Fernández. También es necesario obtener el seguro de responsabilidad civil, contactar con una agencia de espectáculos y obtener la licencia para ofrecer fuegos artificiales."Cada vez exigen más papeles y más impuestos", asegura el trío de O Rosal. Antes permitían lanzar fuegos artificiales, y ahora "no podemos lanzarlos porque hay riesgo de incendios extremos".

Las tres verbenas más caras 

Una fiesta de pueblo puede contar con un presupuesto de 10.000 euros, mientras hay algunas que no bajan de los 120.000 euros como es el caso de A Guadalupe Rianxeira, el San Bartolomeu de Noia y el Castelo Rock Muradano.  La recaudación en estos casos viene en parte del ayuntamiento correspondiente, de la venta de entradas o de los vecinos, que también aportan su granito de arena.  Estas se han convertido en citas ineludibles del verano.  
En Rianxo hace más de cien años que se rinde tributo a la virgen Guadalupe. Miles de voces entonan la canción gallega más universal, "A Rianxeira", a la luz de las bengalas. En esta sí que está permitido lanzar fuegos artificiales porque la zona está fuera de riesgo de incendios. Con ocho días por delante y contando con un cuantioso presupuesto,  invitan a orquestas de gran prestigio como el Combo Dominicano, Olympus o Charlestone.

San Bartolomeu de Noia, también en la Coruña, organiza fiestas de siete días ininterrumpidos donde se mezclan verbenas y conciertos. El año pasado, pudieron contar con Soraya de Operación Triunfo y las orquestas Philadelphia y París de Noia. El precio de ellas por una noche asciende a 20.000 euros. 

Castelo Rock reúne en la Ría de Muros a bandas internacionales que generalmente se llevan el grueso del presupuesto para las fiestas. Los desterrados, The Locos, Ánima y Terbutalina son algunos de los grupos más caros del panomama nacional y asisten A Coruña para amenizar la noche gallega.  Se celebrará ls próximos 12 y 13 de agosto y las entradas valdrán 27 euros con un día de acampada incluido. A pesar de recibir dinero con la venta de entradas, la organización que está detrás del festival es una entidad sin ánimo de lucro y los trabajadores no obtienen remuneración por ello. 

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