La literatura de diarios ha pasado por distintas fases. Han sido extrañezas, han sido epidemias, han sido excentricidades, han sido trincheras. Han sido, han sido. Al apartado de genialidades pertenecen los Diarios de Jules Renard (1846-1910). Es el perfecto diarista, tanto para los que echan a correr cuando advierten un libro de ese género, como para los que consumen precisamente estos libros como si fuesen heroína. Es una delicia caer en él.
Como le ha ocurrido a otros escritores, caso de Pavese o André Gide, por ejemplo, sus diarios son su gran monumento. La obra más recordada. De hecho es tan recordada que Renard se ha vuelto un escritor de citas. Como dijo Jules Renard.... Como dijo Jules Renard, quisiera ser uno de esos hombres que tienen poco que decir, y lo dicen en pocas palabras. Adiós.
