La exposición sobre la vida y la muerte en el país del Nilo que acoge el Museo de la ciudad del Lérez ha superado todas las previsiones
Egipto llegó al Museo de Pontevedra para quedarse. Una exposición, "Vida y muerte en el Antiguo Egipto", en principio modesta y con fecha de caducidad -el 31 de este mes- ha tenido que ser ampliada hasta octubre en vista del interés despertado. Porque un poco de Egipto es mucho.
Así lo reconoce Begoña Fernández, responsable del museo, quien reconoce que la muestra está siendo un éxito. "Estamos contentísimos, nos sorprende a nosotros mismos la acogida, más de 12.000 personas en un mes, desde el 10 de julio, y ahora va a estar hasta el 5 de octubre", explicaba ayer, único día en que la muestra está cerrada. Puede ser considerada la exposición del verano en la provincia, con cifras que bate récords en la ciudad de Pontevedra y que seguirán creciendo durante lo que resta de verano. Las visitas guiadas miércoles a las 12 y viernes a las 19 horas están ahora de nuevo de oferta en septiembre, para grupos de 35 personas.
La colección está compuesta por piezas originales en su práctica totalidad prestadas por el Museo Egipcio de Florencia, uno de los más importantes de Europa, aunque inferior al de Turín, considerado el segundo del mundo por la cantidad y calidad de lo exhibido, sólo por detrás de El Cairo. No obstante, la mayor pieza egipcia fuera del país del Nilo se encuentra en Madrid, el templo de Debod, reconstruido en la capital de España, donde recibe anualmente cientos de miles de visitas.
Un tema con mucho tirón
"Egipto interesa, es un tema con mucho tirón y en Galicia tampoco ha habido una oferta de exposiciones muy grande, ha habido pocas en esta zona menos todavía y esto tiene la ventaja de ser piezas originales", destaca la responsable del Museo Provincial de Pontevedra, en cuyo nuevo edificio se encuentra el montaje.
La muestra está dividido en cuatro partes: faraones, dioses, vida cotidiana y mujer, y la muerte, todas ellas con piezas de interés aunque como de costumbre es la sala de las momias la que atrae las miradas.
Allí se encuentra la única pieza que no es original, sino una recreación: una momia. "Es falsa pero todo lo que está sobre ella en cambio es verdadero, con el sarcófago y los vasos canopes", donde se guardaban las vísceras de los difuntos. El corazón permanecía en el cuerpo -que era tratado con natrón durante 40 días- y el cerebro era extraído por la nariz, ya que se consideraba sin interés. "Es una momia muy didáctica", indica Begoña Fernández, quien destaca que Fernando Martín Valentín, que ha sido coautor del montaje, ha querido darle una visión lo más didáctica posible "y es cierto que en la parte de la muerte se observa el proceso que seguían los egipcios para conservar los cuerpos".
En el resto de la exposición merece la pena destacar las imágenes de Isis y de otros miembros del panteón del Nilo, complejo y sencillo: todos los dioses son en realidad uno solo.
