VERANO

Vacaciones... cinco kilos más

Reportaje verano,gente con obesidad y gente haciendo deporte
6-7-17
photo_camera Instantánea tomada a primera hora de la mañana de ayer en una de las calles de la capital de As Burgas.

Nada nuevo que ninguno de ustedes hayan comprobado en los últimos años. Al final del verano, las cañas, los refrescos, tapas, pinchos, aceitunas y demás familia, propia y política, le harán subir de peso

Problablemente, cuando concluyan la lectura de este breve artículo, seguro que le habrá recorrido una sensación, la otra, o ambas: puede que hayan caido en una ligera depresión por anticipar su estado volumétrico el próximo mes de agosto, o que simplemente tenga ganas de localizar al redactor y abofetearle, o ambas. Y es que, tenemos muy malas noticias para usted. Un reciente estudio de una firma de productos reductores -paradojas de la vida- pronostica que en los próximos dos meses de nuestras vidas ganaremos peso, y si se encuentra entre uno de los de cada cuatro, ¡más de cinco kilos! Ese mismo pronóstico certifica que la mitad de los españolitos de a pie cambian sus hábitos alimenticios en verano, de ahí que con un alto grado de probabilidad acaben aumentando talla y media de ropa, esto es, lo equivalente a los cinco kilos mencionados con anterioridad. 

El trabajo de la compañía Aora Health ofrece alguna pista de por qué puede el lector concluir con varios centímetros de más de perímetro abdominal. La culpa la tienen las cervezas y los diferentes refrescos, cuyo consumo se ve incrementado en más de un 22 por ciento, si la vara de medir la fijan el resto de los meses del año. La ingesta de helados y dulces sube también en más de un 35 por ciento, y las pocas ganas de cocinar en casa hacen que la comida preparada suba en protagonismo, más del 5 por ciento. 

El estudio de campo concluye con una declaración de intenciones muy similar a la formulada poco después de las campanadas de año nuevo: el 52 por ciento de los que han respondido a las cuestiones de los encuestadores han decidido someterse a control estricto de los kilos ganados de más en la época estival cuando la temporada de excesos culinarios llegue a su fin.

Y es que, nada de lo que pueda desprenderse del informe mencionado se aleja muy mucho de la cruda realidad de cada uno de ustedes. El calor obliga a un mayor consumo de líquidos y, pese a que todos los nutricionistas señalan al agua como el único capaz de sacar del todo la sed, cañas y refrescos varios suelen llevarse la palma, sobre todo si aparecen acompañados de las consabidas patatas fritas o aceitunas. En Ourense no se estila mucho todavía, pero si el lector decide como destino veraniego algunas de las localidades costeras de la comunidad, como la lucense de Foz, seguro que fulminará con creces los datos más desfavorables. Allí, como en otras muchas, con la caña le cae un suculento acompañamiento a elegir entre una terna. Si el recorrido se fija por los principales lugares de imprescindible visita, las más pesimistas previsiones de crecimiento a lo ancho se verán más que sobrepasadas.

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