Portada

Dúo Explosión, la pareja que llena de ritmo y alegría las verbenas gallegas

Llega el verano y las fiestas se multiplican. Es casi imposible encontrar un día en el que alguna aldea o villa gallega no tenga una celebración. En el cartel, además de los oficios religiosos no puede faltar la música. Y uno de los más solicitados en los últimos tiempos es el Dúo Explosión

El Dúo Explosión es una pareja, en la vida real y sobre el escenario, formado por Yeni Paz, cubana, y Ángel Calleja, gaditano, que llevan su show no solo por la geografía de nuestra tierra, sino también a Asturias, los lindes de León con nuestra comunidad y el norte de Portugal. Y es que ningún tema se les resiste, desde los más clásicos a los modernos, y siempre con una sonrisa en la boca y transmitiendo al público las ganas de disfrutar. Y ya desde la mañana, ya que son el único dúo que también ameniza la sesión vermú tras las procesiones religiosas.

Somos Yeni y Ángel, cubana y gaditano, pareja, y a los que nos une la pasión por la música y por ver a la gente disfrutar de nuestro espectáculo allá por donde vamos. 

¿Cómo se lleva compartir vida personal y profesional las 24 horas del día?

Muy bien. Los dos somos muy responsables y trabajadores y tenemos claro nuestro papel en cada momento. Nos gusta lo mismo: la música. Nos compenetramos muy bien y respetamos al máximo.

Oriundos de tierras cálidas que ahora residen en Boborás, ¿cuál ha sido el camino por el que les ha llevado la vida para acabar en tierras del Ribeiro?

Yo llegué desde Cuba para dedicarme a la música, pero primero recalé en Vigo. Y Ángel, también contratado por una orquestra, llegó desde Andalucía. Fue ahí donde nos conocimos, en la misma formación, hace más de 15 años. En el 2016 nos decidimos a montar el dúo y buscando un lugar que nos quedase más o menos céntrico para nuestros desplazamientos decidimos irnos a vivir a Leiro. Allí estuvimos un tiempo y ahora, desde hace un par de años, estamos en Boborás.

Desde hace varios meses están en el podio de los mejores dúos de Galicia, ¿cuáles son los parámetros que se analizan para este ranking? 

Se cuentan el número de actuaciones que uno hace, nosotros somos el dúo que más hacemos. En este mes de julio tenemos cerradas 25 y en agosto siempre más de 30. El año pasado hicimos 169, y este año, tal como van las cosas, haremos más.
También se tienen en cuenta las visitas, es decir, lo que la gente nos busca por las redes sociales e internet. ¡Y somos el dúo más buscado! (risas). No podemos menos que dar las gracias a todas esas comisiones de fiestas y organizadores de eventos por elegirnos. Y a la gente por querer saber un poco más de nosotros y buscarnos a través de las redes. 

¿Cómo se sienten estando en lo más alto de este podio?

Enormemente agradecidos. Es la recompensa al trabajo que hacemos. No es que lleguemos y nos pongamos a cantar sin más. Hemos sacado un disco, hacemos videoclips grabados por un profesional, preparamos intensamente el repertorio para estar siempre actualizados, los bailes, nos informamos de los lugares donde vamos a tocar para intentar lograr la máxima conexión con el público, renovamos vestuario… ¡incluso sacamos camisetas con nuestro nombre! (risas). La verdad es que vivimos para al dúo.

Además, también tienen otros hitos en su trayectoria.

Sí. Fuimos propuestos para los “Premios da Cultura Galega 2021” por exaltar las bellezas de Galicia y el Ribeiro y yo representé a Ourense Norte en Luar en el año 2021.

¿Cómo definirían su espectáculo para que haya logrado cautivar tanto a los espectadores?

Nuestra música es la típica de verbena y mucho baile. Desde el pasodoble y las cumbias, al reggaeton o bachatas. Pero creo que lo más importante es que no tenemos un repertorio fijo, porque todas las fiestas tampoco son iguales. Según el público que tengamos adaptamos nuestros temas. Para nosotros lo más importante es verlos disfrutar y que se animen a bailar. Tengan la edad que tengan. Además, también tenemos nuestras pequeñas bromas y guiños al público según donde estemos. ¡Y lo que no podemos es repetir siempre lo mismo! (risas). Además, cantamos tanto en castellano como en gallego.

Supongo que eso costará más en unos sitios que otros que la gente participe…

Hay de todo (risas). Y eso que solemos bajar del escenario para que la gente se implique más. Ángel baja con la trompeta y toca temas emblemáticos que sabemos que gustan a la gente. Y yo también hago rueda con el público y los animo a cantar. Por eso intentamos tener un amplio repertorio que adaptamos a lo que vemos y que estén bailando, disfrutando, a gusto... La fiesta no es para nosotros. Son ellos los que tienen que hacerlo. 

Y aunque la fiesta es para ellos, vosotros también disfrutáis mucho de lo que hacéis.

Sí. La música es nuestra pasión y si nosotros disfrutamos, al final se transmite y el público también lo hace. 

Me decía que tienen un disco, ¿qué recoge?

Son temas tradicionales 100% verbeneros. Para los más nostálgicos que disfrutan de los temas de las fiestas de siempre. Aparte, nosotros también hacemos nuestros temas sueltos que vamos sacando en directo. Son temas como: “Pasodobre do Ribeiro”, “Campo da Festa” o “Tómate una copa conmigo”.

¿Cuál diría que es el tema que nunca puede fallar en una fiesta?

“El baile del reloj”, que siempre bajo con la gente. No sé porque pero es sonar este tema y son pocos los que se resisten a ponerse a bailar, seguir la fiesta y disfrutar entre amigos de ese momento de alegría. A Ángel le piden el pasodoble “Er Mundo” y “Paquito el chocolatero”, que igual está mal que yo lo diga, pero hacer una rueda y él con la trompeta en directo con la gente, es impresionante. Él es uno de los mejores trompetas del mundo.
Los niños, después de “Despacito” y “Despechá”, ahora nos piden “Pa tipos como tú”. Ellos también son muy importantes para nosotros y solemos subirlos a cantar para que vean la fiesta como nosotros lo hacemos. Les hace mucha ilusión.
Con todo, hay otros temas imprescindibles en todas las fiestas, y suelen ser aquellos de siempre, los que traen recuerdos de otros tiempos más jóvenes. Nos encanta ver como se animan cuando suenan los primeros acordes. 

Todos lo pensamos, pero nos pueden confirmar si es cierto eso de que el mundo de la verbena es incompatible con llevar una vida “tranquila”.

Es un no parar. En verano no paramos en casa más que para dormir las horas justas y coger fuerzas. A veces dormimos un poco en el camión tras una sesión vermú. 

En invierno supongo que todo se tranquiliza un poco más.

Sí, pero nosotros, por suerte, durante el invierno tuvimos actuaciones todos los fines de semana. Si no es un día, son dos. Sí que es verdad que no suele ser con nuestro camión, si no que en salas de fiestas, asociaciones o en carpas. Todo más interior. Pero no dejamos de actuar. 

En estos años de actuaciones, supongo que las anécdotas e contarán por decenas. ¿Alguna que recuerde especialmente?

Si te cuento esta igual ni me crees (risas). Nos tocó un saco de pienso para caballos y, al rato, ¡un caballo! Compramos algunas rifas para colaborar y lo peor ¡es que saqué yo las rifas! Tengo que decir que se trataba de una fiesta caballar, no es que se suelan sortear caballos en todas partes.

¿Y se lo llevaron para casa?

¡No! (risas) A menos que nos viniésemos a casa en él… allí se quedó.

Ahora les queda un intenso verano por delante.

Sí. Lo tenemos prácticamente cubierto. Y para el año que viene también muchas ya contratadas. Nuestra meta es seguir haciendo nuestro trabajo lo mejor posible y seguir complaciendo a la gente con nuestro espectáculo.

Te puede interesar