El día antes de Nochebuena (23 de diciembre) el COB se despidió de sus opciones de jugar la segunda fase con los mejores tras perder ante el Valladolid en un partido que confirmó su falta de continuidad y de fortaleza mental. Desde entonces el equipo ourensano no ha vuelto a perder un partido en el Pazo y de aquello han pasado casi cuatro meses.
El COB está cimentando una permanencia que estaba muy complicada gracias a su fiabilidad en casa. Seis victorias consecutivas encadenan los de Gonzalo García de Vitoria.
"Es verdad que nos sentimos muy cómodos en el Pazo. Ya no solo en los partidos, también en el día a día", explica el técnico. Y prolonga el mensaje más allá del aspecto deportivo: "Tenemos que tocar madera porque puede pasar algo en cualquier momento, pero hasta ahora nos está respetando el covid-19 y estoy convencido de que mucha culpa de ello la tienen el trato y el cuidado que recibimos en el Pazo todos los días".
Seis victorias seguidas
Cáceres, Burgos, Breogán y Melilla cayeron en Ourense en la recta final de la primera fase y tres de esas victorias han sido clave para quitarle dramatismo a una segunda fase que pudo ser terrible. Ahora han caído en la segunda fase Lleida y Girona: "Están siendo partidos muy igualados, pero es que estoy convencido de que van a ser prácticamente todos así de ahora en adelante. Y no me refiero solo a nuestros partidos, estoy hablando de todos los de este grupo".
Además, el club y el equipo tomaron la decisión de modificar también el horario de los partidos: "Estamos jugando los domingos por la mañana y nos estamos sintiendo muy cómodos. Es la hora a la que entrenamos todos los días y estamos jugando con una dosis extra de confianza que se nota mucho".
Las dos últimas victorias dejan al COB con el mejor balance de derrotas del grupo igualado con el Cáceres. Se abre la opción a pelear por una plaza de play off de ascenso a la Liga ACB en la que el técnico ourenansano prefiere "ni pensar. Ahora mismo no podemos hacer ningún tipo de cábala en ese aspecto. Es que no es algo que me plantee. Es algo que veo tan lejos que no puedo perder de ni un minuto". Y añade: "No vamos ni queremos hacer ningún cálculo que no sea intentar ganar el próximo partido y sabemos que va a ser muy complicado ganar en Lleida".
Ganar en Lleida sería casi definitivo
Ahí está el lunar de la temporada del COB. La victoria ante el Canoe en el último desplazamiento fue la segunda de la temporada como visitante y fueron ante los dos peores equipos de la categoría. El viernes los cobistas llegan con la oportunidad de dejar la permanencia virtualmente conseguida con todavía cuatro partidos más por jugar: "Este grupo está tan complicado que el viernes los resultados nos permitían jugar más relajados y al día siguiente el Murcia ganó en Melilla y ya nos metía otra vez el miedo en el cuerpo. Esto creo que a va ser así hasta el final y vamos a pasar todos los equipos de tranquilos a nerviosos muy rápido, de un partido para otro". Y añade: "Si no somos capaces de ganar en Lleida seguro que vamos a tener otra vez mucha presión encima".
Sin cálculos y con el cortoplacismo lógico del que no tiene margen de maniobra, pero el COB es consciente de que ha dado un paso de gigante para lograr la permanencia y que tiene ahora un "comodín" en la mano, su cancha: "No sabemos lo que pasará pero lo que está claro es que con diez victorias estamos salvados. Si ganamos los tres partidos que nos quedan en el Pazo nos salvamos, pero pensar así sería un error porque ahora vamos fuera y ese es el partido que tenemos que ganar. En casa estamos muy bien, pero vamos a intentar ganar en Lleida".
