Sin excusas. El partido de esta tarde es de asistencia obligatoria para cualquiera al que le guste el baloncesto en Ourense. Un rival lo más parecido posible a la ACB, un COB por fin asentado en su regreso a la LEB Oro y fecha y horario para acudir sin problemas. La confirmación de la liga atractiva y apasionante a la que el equipo ourensano trata de agarrarse con todas sus fuerzas y de la que suspira por salir el visitante. Lógico cuando se encuentran en el punto intermedio dos equipos de ascenso y descenso.
Llega al Pazo un Andorra para quitar el hipo. Empezando por un entrenador que es garantía de una liga en la que nadie puede garantizar nada ni de una semana para otra. Natxo Lezkano dirige sin red a un equipo al que solo le vale el ascenso para cubrir el expediente. Así de complicado es un proyecto que se ha armado hasta los dientes para pelear por la meta.
No ha escatimado en gastos el Andorra, pero además le ha puesto lógica a cada pieza y criterio a todas las combinaciones. Todos los puestos están bien cubiertos y la plantilla en global está equilibrada. Quizá el equipo que mejor juega y el que más impresiona, pero incluso así ya ha patinado dos veces y va a rebufo del Palencia.
El Alicante le refrescó la memoria de cómo se las gasta esta liga deja al COB sin factor sorpresa. Por entrenador y por plantilla no parece la mejor noticia para los cobistas el nivel de “presión” con el que llegará el Andorra.
Todo lo contrario en el otro bando. La victoria ante el Iraurgi no sirve para sacar pecho, pero sí para seguir ganando en confianza sin levantar los pies del suelo. El debut de Félix Alonso en el banquillo dio continuidad a todo lo bueno que se había visto con Iria Uxía Romarís en las dos citas anteriores. Ni rastro de COB espeso y sin carisma de los partidos precedentes.
El paso adelante en ataque es incontestable y en defensa la intensidad también es superior. Pero, sobre todo en los tres últimos partidos, el COB ha erradicado las bajadas de brazos. Es un equipo regular y competitivo los 40 minutos. Le dio para ganar a Burgos y a Iraurgi y tirar al poste en Alicante
Jugar todavía mejor
El rumbo está marcado y no debería varías mucho esta tarde, pero habrá que darle todavía un par de vueltas a la tuerca en defensa y confiar en mantener el acierto en el tiro exterior del último partido para competir ante un peso pesado. Incluso así tumbarlo suena complicado, pero ya competir sería dar otro paso adelante.
El debut Kur Kuath podría ayudar a mejorar el rendimiento en campo propio. El pívot africano debe aportar intimidación, rebote y juego por encima del aro. Es la teoría de un jugador que necesitará minutos y continuidad para encontrar las sensaciones que no tuvo en Grecia, pero incluso en el debut debe sumar en el plato de la balanza dónde más lo necesita su equipo, atrás. Porque las opciones del COB pasan por ser impecable ahí. Por inventar un entramado de ayudas y segundas ayudas que incomoden a un equipo con puntería de sobra en el perímetro, todos los registros en la dirección y muy superior en kilos, músculo y centímetros en la zona, en todo.
Nombres propios
Si, como el Alicante, consigue bajar los porcentajes de acierto del perímetro andorrano y Dos Anjos y Maric chocan más que circulan habrá partido. En ataque el COB tiene argumentos para hacer partido incluso a un rival tan sobrado de recursos.
La nueva de vida de Chaz Williams y las ventajas que genera por sí solo Jhornan Zamora hacen mejores a todos los demás. Luego depende de la puntería de Pilepic, Manjgafic, Nogués, Cera o Ventura y de la lucidez de Willett, Del Águila o Peciukevicius, pero si tiran más liberados o corren con menos rivales alrededor el porcentaje de acierto es más fácil que sea mayor.
Teorías de un partido que lo tiene todo para que el Pazo repita el “entradón” de hace una semana y nombres propios en los dos bandos para que los que vayan estén más tiempo de pie que en la butaca. Partido de lujo en una liga de la que presumir y con un COB que invita a soñar. No va más.
