El COB: ni muerto, ni de parranda (68-70)

El cobista Carter lanza a canasta ante Gómez, del Clavijo.
photo_camera El cobista Carter lanza a canasta ante Gómez, del Clavijo.
El COB ganó el partido de ida de la segunda eliminatoria por el ascenso contra el Clavijo tras recuperar una crisis de juego y doce puntos de desventaja

Pues no. No estaba muerto el COB, aunque lo pareciese por momentos durante su partido en Logroño contra el Clavijo -llegó a ver al rival 12 puntos arriba (52-40) en un terrible tercer cuarto- ni tampoco estaba de parranda en tierras de excelente vino, por el juego mostrado durante gran parte del partido. Ebrio en muchos ataques sin criterio, desequilibrado entre su línea exterior e interior, Tambaleante en su disciplina defensiva.

El equipo entrenado por Guillermo Arenas cuajó un mal partido de ida en su eliminatoria por el ascenso contra el Clavijo. Pésimo por momentos, recordando la peor versión de su antecesor en el cargo. Pese a todo, llegó vivo a los últimos minutos y pudo apuntarse la victoria por dos puntos en un partido dominado en su mayor parte por el rival.

El COB comenzó con buen criterio y rendimiento, encajando los golpes de Norris y Balasko -la mitad de los puntos locales- con una defensa ajustada, cabeza fría, buen guión y dos referencias, cerca y lejos del aro: Carter y Djukanovic. Llegó a dominar por seis, 22-28.

La balanza comenzó a inclinarse del lado local a partir del minuto 15, cuando los cobistas perdieron el ritmo, el control y la disciplina. Encajaron un parcial de 17-6, con canastas fáciles al contragolpe, penetraciones sin ayudas defensivas o puntos tras rebotes ofensivos. Tres defectos con una doble lectura: la positiva, pueden ser subsanables; la negativa, se conceden demasiadas cortesías al rival y no fue el caso- podrían pagarse muy caro.

La cosa no mejoró en el tercer cuarto. Empeoró notablemente, con un Clavijo jugando a placer, capturando hasta cinco rebotes consecutivos antes de anotar bajo el aro, robando balones en primera línea y terminando colgado sobre el aro. La fragilidad defensiva coincidió con un notable cortocircuito en el ataque, olvidando las ideas y el equilibrio practicado en los partidos anteriores.

El sorprendente croata Balasko -revelación de la temporada- anotó el 52-40 en el minuto 26 y puso la eliminatoria muy dulce para los locales, mientras el COB deambulaba, noqueado, por la pista.
La no menos sorprendente reacción respondió a toda una serie de ‘ayudas’ del rival -clave la expulsión por doble técnica de su entrenador, Jenaro Díaz- y la rebaja de puntos lenta, posesión a posesión, del COB. 

El tino de Ferrán Ventura y Djukanovic desde el tiro libre, dos triples de Nogués y otro del serbio (desaparecido Gantt) y las canastas bajo el aro de Carter permitieron primero el empate y después la victoria. La serie sigue abierta pero el factor moral y el Pazo están ahora a favor del COB.

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