El equipo ourensano pagó sus problemas en el rebote en la primera mitad y terminó cediendo el triunfo ante un rival asfixiante y con un gran nivel de acierto
El Club Ourense Baloncesto no pudo alargar la fantástica serie de triunfos a domicilio que arrastra desde la temporada pasada y cayó en el campo de El Pumarín ante un correoso Unión Financiera de Oviedo (76-68).
El conjunto ourensano tardó en entrar en el encuentro. La primera canasta del partido, obra de Maksim Salash, fue la máxima renta que los ourensanos tuvieron en todo el encuentro, que a partir de ese momento se vieron asfixiados por la incesante presión a toda pista de los ovetenses.
Aún sin soltarse del marcador en ningún momento, el equipo local, jaleado desde la grada por su ruidosa afición, dominó bajo los tableros y con esfuerzo concluyó los primeros diez minutos de juego con una ventaja de cuatro puntos (20-16).
Los cambios defensivos del COB y la entrada en el campo de Danny Agbelese a poco de terminar el periodo, mejoraron el rendimiento visitante, que cumplidos cinco minutos del segundo acto volvió a situarse por encima en el marcador (24-25). Poco duró la alegría cobista ya que un parcial de 9-0 en contra volvió a distanciar a los asturianos, justo en el momento en el que Taylor Swing comenzaba a entrar en partido, dejando la distancia al descanso en seis puntos (37-31).
La segunda mitad de Agbelese
El paso por los vestuarios no alteró en exceso el discurrir del partido, con ventajas locales siempre oscilantes entre los nueve y los dos puntos.
Sin embargo, la entrada en el campo de Guillermo Rejón, con problemas físicos durante toda la semana y especialmente del nigeriano Danny Agbelese, mejoraron la cara de un COB que llegó a estar diez puntos abajo tras anotar Van Wijk un inverosímil triple sobre la bocina medidado el periodo (54-44).
En algo que también se está convirtiendo en habitual, el binomio Kapelan Rivero dio un pequeño recital de anotación en este cuarto, lo que sirvió al COB para llegar a los últimos diez minutos con opciones de llevarse el partido (58-54).
De nuevo, un centrado Agbelese, reboteando y anotando con fluidez (15 puntos y 10 rebotes), fue el sostén de un COB que vio como Swing y Van Wijk rompían ñas aspiraciones cobistas. El primero de ellos con nueve puntos consecutivos (20 en total) y el segundo, ex del Breogán, con dos triples en el tramo final del encuentro, terminaron por hacer doblar la rodilla a los ourensanos que siguen mejorando facetas del juego según discurren las semanas (76-68).
Tras la derrota, momento de pensar en la próxima jornada. El derbi en el Pazo ante el Breogán de Lugo promete hacer revivir a los aficionados la magia del ascenso de la pasada campaña.
