Ayer salí de copas. Sí, como leéis, ayer salí de copas y me dieron igual las prohibiciones. Mi amigo Nachete estaba en cuarentena y necesitaba ir a tomar algo, porque él es de salir a echar un "vasillo", o dos e incluso tres. Tuvimos que ir a su rescate Oscar, Javi "Niño" y Unamuno (apodo que me han puesto ellos esta semana …). Nos vestimos con nuestras mejores galas, pero camuflados con algo en la cabeza para no ser reconocidos. Oscar se puso un casco de bici (no acertó con la talla), Javi la capucha de su sudadera, Nachete una gorra. Y yo, como buen bilbaíno, la txapela que me regaló la Peña Os Boinas.
La noche empezó fuerte, ron para unos y ginebra para otros. Se trataron los típicos temas de cualquier cuadrilla, con la empatía clásica de un buen grupo de amigos. Alabamos a Nachete lo bien que estaba engordando y le animamos para que no abandonara su dieta de macarrones con chorizo porque le estaba sentando genial. Al "Niño" le preguntamos si el perro que se les acababa de morir, lo habían enterrado o se lo habían comido. También quisimos reconocer a Oscar su nuevo peinado y lo bien que le sentaba el matojo de pelo que le estaba saliendo en la coronilla. Me felicitaron por "la cantidad de chorradas" que estaba escribiendo y mi excelente racha de la segunda vuelta.
ran las cuatro y media de la mañana cuando la mujer de Oscar salió por cuarta vez para decirle que se fuera a la cama, Javi ya había cortado porque no tenía respuesta para lo su perro y Nachete se quedaba sin batería. Quedamos para repetir en nuestro nuevo local "La videollamada del Whatsapp", un sitio elegante y sin garrafón.
