No podía ser fácil y tampoco sería recomendable. Sería la excusa para quitarle mérito a los que solo valoran cuando no se tiene. El COB logró el ascenso a la LEB Oro en el último minuto del último partido. Pagó con sudor y miedo el castigo de una liga que no le corresponde por club y que suena ofensiva para una afición increíble.
Entre los dos y de la mano sacaron adelante un partido de valientes. Los visitantes, los locales y los de la grada. Solo cuando se le agotaron las piernas y le dolieron los oídos se quedó sin ascenso un Basket Navarra sensacional. Hasta ahí había sido superior en todo. Suficiente para ganar el partido, pero solo para quedarse a las puertas del ascenso, un castigo endiablado y mucho más doloroso que si la derrota hubiese sido contundente.
Los dos primeros cuartos fueron un festival ofensivo. Una maravilla para el aficionado imparcial y una reivindicación para los visitantes, pero un problema grave para un COB incapaz de dirigir el partido hacía la dirección adecuada. En un partido de ataques sabía que tenía poco que ganar y al descanso había encajado 54 puntos y con un 8 de 14 en triples del rival.
CARTER CONTRA EL NAVARRA
El talento de Carter y los triples aislados de Nogués, Dukanovic y Van Wijk daban para estar en la eliminatoria, pero fuera del partido (43-54).
El pívot norteamericano confirmó en los primeros 20 minutos el nivel al que ha llegado a la recta final de la temporada. Durante muchos minutos jugó él solo contra el Navarra y era suficiente para estar por delante.
El tercer cuarto no fue mucho mejor. Amagó el COB con estrujar la desventaja, pero le faltó criterio en ataque y sobre todo continuidad en defensa. Se encontró una y otra vez con la respuesta de un rival que siempre tuvo el as para matar el tres.
REMONTADA TAZA A TAZA
Ahí pudo estar la clave de la eliminatoria. El COB se salió totalmente del guión y apostó por Gantt y Dukanovic para avanzar a zancadas, pero el marcador nunca dio señales de alivio (50-65). Incluso visualizó el Navarra la sentencia por hundimiento y apareció el Pazo para no dejar bajar nunca la cabeza a su equipo. Desde el tiro libre y con la aparición de Aboubacar se mantuvo en la eliminatoria el COB y llegó vivo al último cuarto.
Navarra no lo remató y lo pagó en los últimos minutos. Ahí sí que le costó lograr cada canasta y desde la primera defensa vio como el COB amagaba con completar la remontada.
Javi Marín fue valiente para atacar el aro, Van Wijk clavó un triple efervescente, Dukanovic no falló y la pizca de fortuna que siempre hace falta dejó en el hierro triples de infarto del rival.
El final perfecto para una temporada tan complicada. Hasta el último minuto del último partido, pero el COB ya es de nuevo de LEB Oro. La liga que le corresponde y le que lo volverá dejar en la pelea por la que su afición y la ciudad se merecen.
