En tiempos de crisis, los políticas se tiran de cabeza a la demagogia. Sin contemplaciones y sin mesura. Y se les va la mano, claro; bueno, en realidad se les va la lengua, como está ocurriendo con el denominado copago de los comedores escolares. En ese afán de la Xunta por justificar la decisión de ampliar el cobro por los menús, presidente y conselleiro han dicho que lo hacen para que no les salga gratis a los ricos, de modo que todas aquellas familias que ingresen más de 1.500 euros al mes (ricas según esta explicación) deberán empezar a pagar. Pero es que además, hablan de gratuidad como si los comedores los financiaran ellos de su bolsillo y no con los impuestos de todos los gallegos. Le llaman copago, cuando en realidad deberían llamarle repago; cuando usted y yo copagamos un comedor o una receta ya la hemos pagado antes con tributos y cotizaciones. Si creen que es imprescindible re-cobrarnos por los servicios públicos que lo hagan, pero sin vacilarnos, por favor.
