Opinión

Corazonada, cardiólogo y cirujano

Algunos políticos siguen a los creativos publicitarios como auténticos bobos. La última prueba de lo que digo es el la estupidez del: ‘Tengo una corazonada’, parida escenificada y repetida y que acompañada del gesto de la mano abierta emulando al de la ceja de ZP, usado por los pelotas de éste, nos ha abrumado últimamente. La corazonada resultó que sólo eran gases... y lacrimógenos. Vamos, una tontería. Un gasto, en tiempos de crisis, de millones de euros; un tirar el dinero para un empeño imposible. El COI hace claramente política en sus decisiones. Conceder a ciudades de un mismo continente la organización de dos juegos seguidos no es habitual. Por otra parte, la designación de Río de Janeiro es una doble jugada: por un lado la entrada de Sudamérica en el reparto de la tarta olímpica, por otra, favorecer a Lula, el otrora líder comunista, en claro tránsito al capitalismo, y separarlo de Chávez y su mariachi populista. No calcular esta evidencia demuestra una falta de visión política en el alcalde de Madrid, a quien se le presenta un futuro incierto.


El cardiólogo y cirujano debe ser Rajoy. La subida de algunos impuestos a los madrileños, con independencia de los anunciados por Zapatero, tiene molestos a un sector muy amplio de votantes conservadores. Ruiz Gallardón es el líder del PP predilecto para los que nunca le votarán: los socialistas. Se notó, en un acto reflejo, como empezó a pedir árnica, en el mismo momento en que se conoció la decisión del COI, a Esperanza Aguirre, la auténtica líder del PP en la doble A de Madrid: Autonomía y Ayuntamiento. El cirujano Rajoy debe de cortar por lo sano antes de que la gangrena se presente, y los cambios en Madrid y Valencia deben de ser inmediatos. El PSOE está devolviendo al PP la campaña que éste realizó con eficacia hace tres lustros. ¿No recuerdan los temas de Filesa, Roldán, Boletín del Estado y Malesa? ¿Han olvidado el: ‘Váyase señor González’? El que a hierro mata, a hierro puede morir. Hasta ahora las corrupciones del PSOE y del PP no son comparables, pero tal vez nos podamos llevar una sorpresa.

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