Los datos conocidos, al levantar parcialmente el secreto de sumario Gürtel, evidencian unos hechos que por su gravedad ponen en peligro la estabilidad del PP. Es cierto que el sumario ha sido utilizado inteligentemente por el PSOE y sus seguidores mediáticos, para desgastar al Partido conservador-centrista-liberal y de los grandes expresos europeos, en que han ido transformando al aglutinador de la derecha española.
Con el afán de sumar seguidores han ido alejándose del núcleo fundamental y más numeroso del mismo: la derecha española, tan digna o tan villana como la izquierda y de la que no se deben avergonzar sus simpatizantes. La moderación y el consenso se desbordan y sobrepasan a los ideales o principios que perduran en muchas familias españolas. La energía no se debe confundir con la violencia, el talante con el talento, ni la magnesia con la Coca Cola. Pero un líder que quiere cautivar debe de ser enérgico en los momentos difíciles. No se trata de levantar el tono de los discursos, se trata de mojarse y actuar con decisión en momentos trascendentales. No contemplo una actuación parecida a la ineducada de un supuesto y barato líder de la UGT que recomendó a su compañero de partido y a la sazón Gobernador del Banco de España, no Presidente como dijo el aprendiz de semoviente, que se fuera a su puta casa. Pienso que se referiría a la casa particular y no qué le indicara el camino de la Casa del Pueblo para debatir con talante democrático las desviaciones del compañero-gobernador Fernández Ordóñez.
Me refiero en estas líneas a la situación del señor Rajoy quien debe de cortar por lo sano mientras le quede, que seguro que le queda y mucho. Volveré al tópico: algo huele a podrido en sectores del PP y es imprescindible una limpieza profunda, sin temor. Echarle un par de bemoles y actuar, como un hombre valiente que, no se contradice con ser un sujeto prudente. La gente, estamos cansados de chorizadas, engaños, apaños y juramentos incumplidos. Es la hora del valor prudente y decidido; de dar moral a un pueblo que empieza a pensar que todos ustedes son más o menos iguales, y yo sé que eso no es cierto. Muchos piensan con ansiedad en un cambio político pero usted sólo ha conseguido superar a su rival en un, más menos, un cuatro por ciento en la estimación del voto, en un momento en el que debía Vd. ser el triunfador del Tourmalet. Haga, señor Rajoy, limpieza en sus gardingos. Si no actúa contundentemente y con rapidez puede pasarle lo que aquel pintor que pintaba un techo, le quitaron la escalera, y se tuvo que agarrar a la brocha. Si eso ocurre, no se maree y piense en Manuel Pizarro que: habla claro, ha triunfado en la vida civil, levantó Endesa y, según los hechos han demostrado, fue el ganador del debate con el soñoliento Solbes, quien como Aquiles tuvo, luego, los pies ligeros. Amén.
