La Liga regular ha terminado y el C.D. Ourense opta por segundo año consecutivo al ascenso, como la temporada pasada ¿o no? Hay ciertas diferencias.Hace escasamente dos meses eran muchos los que dudaban incluso de que el conjunto rojillo entrara en promoción. ¿La temporada pasada? Todo lo contrario, el equipo entonces dirigido por Romero llegó sobrado a los puestos que le daban opción a luchar por el ascenso y pudo permitirse el lujo de dejarse ir -lo que a la postre le costaría caro-.
Más diferencias. El equipo del año pasado giraba en torno a un jugador, el centrocampista Moisés Pereiro. Su ausencia, aunque podía ser paliada por la inercia del estilo de juego, se notaba en exceso. Este año estamos hablando de un equipo bastante más compensado, en el que nadie es imprescindible, un conjunto que ofrece poco margen a la genialidad individual pero es más fiable sobre el campo. Empezó a vertebrar este equipo Francisco Romero, pero le faltó aportarle la motivación y confianza que llegarían con Fonsi Valverde. El equipo ahora está moldeado ypuede afrontar la promoción con garantías. Es cierto que no encanta como el del año pasado, pero es difícil marcarle goles y tiene un elevado potencial arriba. En este equipo defienden todos, desde el último delantero (Martín, Arenas, Barreal), pasando por un centro del campo secante (Antonio, Nuno, Yebra) hasta llegar a una defensa de garantías. Y su potencial en ataque está fuera de toda duda -es uno de los equipos más realizadores de toda la Tercera división y sus números, en este apartado, son mejores que los de un líder incontestable como el Dépor B-.
Son razones suficientes para otorgar confianza a un equipo que se ha ido haciendo a lo largo de una temporada de sinsabores y plagada de críticas. Es posible que, al final, todo haya sido para bien.
Este año el C.D. Ourense ofrece confianza.
