Pasaron unas de las elecciones donde se habló de todo menos de los intereses ciudadanos. Salvo en muy raras ocasiones, normalmente estuvieron echándose los trastos a la cabeza; unos pocos no entraron en el juego y por lo menos pudimos oír que sí somos preocupación. No llegó a lo dicho en el buen artículo de Moncho Conde-Corbal en La Región el Día das Letras Galegas: en la senectud se sobrevive, salvo las excepciones de los que pueden ir a lo que organiza el Imserso. No voy a insistir, lo haré por el lado de los jóvenes, que ahora lo son pasada la treintena. ¿Qué esperanza tienen? ¿qué posibilidades les queda salvo emigrar o vivir de lo poco que ganan los mayores?
Un problema general que no justifica que a corto, medio y largo plazo no haya una propuesta de solución para nuestro Ourense. Hablan de termalismo, con grandes posibilidades, pero no hay un proyecto claro, con estudio de ubicaciones, presupuesto (los 16 millones comprometidos deben ser un inicio), tiempo de inicio y fin, acompañado de proyectos que hagan atractiva la oferta termal, a la que deben acompañar de un proyecto de ciudad y de un campus universitario acorde con lo que se va ofertar.
Se necesita un proyecto integral en donde las nuevas generaciones tengan un horizonte para seguir viviendo dignamente en esta hermosa ciudad, los seniles nos sentiríamos contentos sabiendo que Ourense no se va acabando y que los jóvenes tienen un futuro prometedor. Mientras busquemos soluciones, cuidemos el pequeño comercio que durante muchísimos años dio vida a la ciudad, no lo dejemos morir, hagamos actos reales que lo potencien, coordinándolos con una difusión de la amplia oferta cultural, ahora dispersa y sin que salvo los "entendidos" sepan donde y cuando se produce, será algo que vendrá bien para la "Capital Termal"
Lo repito y lo haré las veces necesarias hasta que tengamos como lema las palabras de Ortega y Gasset: "Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos", visión que pido a los que se sientan en el Concello, los que vayan a gobernar y los que estén en la oposición, que no defrauden y sea la legislatura del inicio del Ourense del siglo XXI, y no tenga que decir de nuevo ¡hasta la próxima!
