Opinión

SOBRE LA OBESIDAD

Hace un año en estas mismas páginas de La Región publiqué un artículo sobre la adicción a la comida. Una señora me comentó que las opiniones expresadas en él no serían aceptadas porque para la mayor parte de las personas comer es un placer, no una adicción. Le respondí que comer poco es igual de placentero y, haciéndolo, se gasta menos dinero, se tiene mejor salud y se va más tarde para el Cielo.


Advierto a diario a los enfermos con sobrepeso que los japoneses son las personas más longevas del mundo por su sobriedad en la comida. Algunos pacientes pensaban que la delgadez de los japoneses era debida a una cuestión genética y otros creían que era por la alimentación tan ponderada, basada en el arroz. Se sorprenden cuando les digo que no son estas las causas si no que se debe a que se levantan de la mesa con hambre, y los japoneses se caracterizan por tener mucha voluntad, como hemos podido comprobar recientemente.


La mitad o más de los enfermos crónicos tienen sobrepeso. La fatiga de los pacientes con enfermedades respiratorias o cardiacas crónicas aumenta si tienen obesidad, porque sus máquinas pulmonar o cardiaca ya deterioradas tienen que trabajar más a causa del peso excesivo. Lo mismo les sucede a los pacientes obesos con enfermedades osteoarticulares crónicas; se quejan de que no pueden caminar, porque al hacerlo les duelen las articulaciones de las caderas y rodillas. Suelo decirles que si sus caderas y rodillas hablasen lo primero que les pedirían por favor sería que les aliviasen del peso que llevan encima, y que se engorda por la boca, no por las piernas.


Cuando a los pacientes con obesidad se les recomienda comer menos para adelgazar, casi todos justifican su peso excesivo de una u otra forma y 'no entienden como han llegado a estar como están con lo poco que comen'. Aunque también es verdad que otros si reconocen comer mucho, como lo descubría una enferma con asma, 'me gusta tanto comer que lo hago con las dos manos a la vez'.


Las mujeres suelen hacer comentarios como estos: 'No como para estar cómo estoy. No sé con lo que engordo. ¡Si viera lo poco que como!'- 'Claro, es verdad que me muevo poco fuera de casa, pero en casa no paro, estoy todo el día en la cocina, hago las camas?' - 'Me quedo todos los días con hambre. ¡Si comiera hasta saciarme, entonces no sé como estaría!' - 'Mi marido come más del doble que yo y mire que delgado está' - 'Cuando ceno poco, luego noto debilidad, mareos, dolor de cabeza y no puedo dormir; tengo que levantarme de la cama y comer algo' - 'Comencé a engordar con la menopausia, debió cambiarme el metabolismo. ¡Si me viera cuando era joven!' - 'Esto ya viene de familia, somos todos así de fuertes' - '¡Ya sé que debería moverme más, pero si supiera como tengo la columna, las caderas y las rodillas! Y ahora también me hago mucho daño en los pies; al caminar me duelen tanto que tengo que descansar enseguida y al día siguiente no puedo moverme' - '¡Como voy adelgazar, tengo tantas ganas de comer! Y no me gusta quedar con hambre' - '¡Antes no había que comer y ahora que tenemos de sobra, no podemos!' Y acabar diciendo, 'bueno, pues entonces habrá que dejar de comer'.


Las apostillas de los hombres suelen ser diferentes: 'No crea que como mucho; lo que pasa es que me gusta dormir, me levanto tarde y echo la siesta todos los días, por eso tengo algún kilo de más' - 'Estoy todo el día trabajando en una pequeña huerta que tengo al lado de casa, pero caminar, la verdad es que no me gusta nada' - 'Mi mujer hace mucha comida. Y cuando he terminado de comer, siempre dice que me sirva más. ¡Y cocina tan bien!' - 'La culpa es de mi mujer. Si hiciera menos comida se arreglaba todo' - 'Pero si tengo que adelgazar, lo intentaré; también dejé de fumar y esto lo conseguiré más fácilmente'. Cuando le acompañan las señoras, dicen unas, 'es verdad que le digo que se eche más comida, porque verdaderamente come poco, no come para estar así'; y otras, 'si hago poca comida se enfada y se pasa el día picando de lo que hay en el frigorífico'.


Y los hijos comentan sobre la obesidad de sus padres: 'Mire doctor, está así porque no se mueve, porque lo que es comer, no come mucho'- 'Todos los días le digo que vaya a caminar. Está continuamente sentada/o en el sofá y muchas veces se queda dormida/o allí o se va a cama a echar la siesta. Aunque le digo que era mucho mejor que anduviese, no hay forma, no me hace caso' - 'Si sale un día a caminar, dice que viene tan cansada/o que no hay quien la/o haga volver al día siguiente' - 'Claro que se mueve, pero solo dentro de casa, y eso no sirve, le digo hay que caminar por fuera de casa'.


Usted puede conocer si su peso corporal es normal o corresponde a los distintos tipos de obesidad. Para ello tiene que calcular el IMC (Índice de Masa Corporal) o BMI (Body Mass Index) en inglés, que consiste en dividir la masa en kilogramos por la talla en metros al cuadrado; así por ejemplo un hombre de 70 kg y 1.72 m de altura tendrá un IMC de 23.6 que resulta de dividir 70 entre 1.72x1.72 o 2.95 (http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_masa_corporal). Los valores normales y patológicos pueden encontrarse en el enlace anterior y en este http://www.saludactual.cl/obesidad/calculo.php. Para ambos sexos un IMC superior a 25 indica sobrepeso; un IMC superior a 30, obesidad, y por encima de 40, obesidad mórbida, que puede requerir intervención quirúrgica.


Si su resultado es superior a 25 la próxima semana, Dios mediante, le daré la opinión de un no experto acerca de como puede disminuir el IMC.




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