Opinión

¿Han tocado techo las plataformas streaming?

Hace unas semanas, Netflix hacía público que había perdido suscriptores durante un trimestre por primera vez en una década. Es más, se prevé que pueda perder dos millones de suscriptores en estos meses, una noticia que no ha sentado nada bien a los mercados y que ha repercutido seriamente en sus acciones en Wall Street. 

Tampoco nos trae noticias nada halagüeñas Disney Plus, de la que acabamos de conocer estos días que acaba de perder los derechos digitales de la liga de críquet en India para los próximos cinco años. 

Pese a que en España cuando hablamos de Disney Plus pensamos en las franquicias de Marvel o Star Wars, el paquete Disney+Hotstar de India incluye ventajas heredadas de la adquisición de Fox, como es la liga nacional de críquet. Que el gigante Disney se tambalee en India, un mercado tan grande y emergente, pone seriamente en peligro una de las principales vías de crecimiento de la compañía. 

Según la última declaración trimestral de resultados de la compañía, gran parte del aumento de suscriptores se debía a la alianza de Disney y Hotstar, que en la actualidad representa aproximadamente un tercio del total de clientes de la plataforma. Es aquí donde el críquet cumplía un papel fundamental, ya que el atractivo del paquete era, precisamente, que tenía los derechos digitales de la liga nacional de este deporte. 

La pérdida de los derechos del deporte nacional en India podría suponer para Disney Plus la nada desdeñable cifra de 20 millones de suscriptores en un momento en que la compañía está sumando también la expansión del servicio a 42 países entre los que se encuentran varios territorios de Europa del Este en los que la adopción no se producirá de manera tan fluida dada la difícil situación que se está viviendo en Ucrania. 

Los analistas no han pasado por alto ese dato y muchos aseguran que obligará a la compañía fundada por Walt Disney a efectuar una corrección a la baja en sus proyecciones de crecimiento para 2024, fijados en entre 230 y 260 millones de clientes a nivel global. 

Durante unos años, el monopolio del mercado de las suscripciones de contenido recaía en Netflix, pero en solo dos años ha visto cómo surgían competidores que le dejaban sin contenido y le obligaban a gastar cantidades ingentes de millones en producciones propias. 

La entrada de Amazon, Apple, Hulu, HBO o Disney ha derivado en un hartazgo por parte de los consumidores. Y es que lo que antes era novedoso y asequible ha pasado a ser un lujo para muchos suscriptores que no han dudado en bajarse de estas plataformas en un intento por recortar gastos. 

Por poner un ejemplo, solo en EEUU algo más de un tercio de los consumidores de estas plataformas han cancelado alguna suscripción en el último semestre como respuesta a la escalada de precios.

Con estas noticias inundando la prensa mundial y dada la proliferación de servicios de streaming que se han producido en los últimos años, cabe preguntarse si el modelo de plataformas de entretenimiento está tocando techo. El último batacazo de Disney Plus es un ejemplo más del revuelo que se está produciendo, y puede que no nos quedemos ahí. 

Las plataformas tienen margen para repensar su estrategia, buscar nuevas fórmulas y volver a enganchar al usuario, y parece irremediable que su futuro pasa por la publicidad. El futuro de este modelo de negocio depende de que el consumidor actual entienda si el precio que paga es justo para ver contenidos con o sin publicidad.

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