Cada vez más empresas apuestan por este mundo virtual que promete ser toda una revolución tecnológica
Lo que imaginaban en Ready Player One o en Black Mirror es ya una realidad, y tiene un nombre: metaverso. Podríamos definirlo como un mundo virtual donde podremos hacer prácticamente de todo convertidos en un avatar, al más puro estilo de videojuegos como Los Sims, Fortnite o la extintas Habbo Hotel o Second Life, pero supervitaminados gracias a la tecnología blockchain que permiten la convivencia de varios proyectos en una misma red interconectada. Los expertos y gurús tecnológicos hablan de este concepto como una evolución lógica de nuestra relación con Internet, pasando de los textos a los contenidos multimedia, el comercio electrónico, las videollamadas y ahora la realidad virtual apoyada de dispositivos tecnológicos que nos permitirán disfrutar de una experiencia totalmente inmersiva.
Según datos de la consultora Intelligence Mordor, esta nueva industria experimentará un gran crecimiento en los próximos años y pasará de los 17.000 millones de dólares de facturación del año pasado a los 184.000 millones en el 2026. El éxito de este negocio dependerá no solo de la adopción tecnológica, sino de la apuesta por parte de las empresas por este nuevo espacio abierto a todo el mundo. Hacer reuniones de empresa, charlar con los amigos, ver películas, viajar, visitar museos o asistir a conciertos en este universo virtual abrirá grandes oportunidades para que las marcas interactúen con sus públicos y clientes de manera virtual, pero lo más próxima a la realidad. A mayor número de contenidos y experiencias disponibles en el metaverso, mayor será el número de personas que se conecten al metaverso y, por lo tanto, mayor potencial publicitario y de negocio para marcas de todo el mundo. Por eso no es de extrañar que muchas ya se estén posicionando y anunciando sus planes a futuro próximo.
Facebook es posiblemente la empresa que más ha explicitado su interés en este nuevo mundo digital. Zuckerberg dio a conocer sus planes para construir su metaverso este verano y desde entonces ya ha anunciado una inversión de unos 50 millones de dólares, la aplicación para realizar reuniones empresariales mediante avatares y realidad virtual Horizon Workrooms y un plan para contratar a 10.000 nuevas personas empleadas en toda Europa para impulsar sus proyectos de realidad virtual. Esta gran apuesta por parte de la compañía, según últimas filtraciones, llevaría a que la empresa matriz de WhatsApp e Instagram cambie su nombre por primera vez en su historia para reorientarse hacia el metaverso, quizás de forma prematura para intentar contrarrestar los últimos escándalos de Facebook que han salido a la luz. Lo cierto es que la compañía de Zuckerberg parte con cierta ventaja en este asunto frente a sus competidoras, y es que también es propietaria desde 2014 de Oculus, empresa fabricante de equipos y servicios de realidad virtual de precio bastante asequible, algo clave para que la implantación de esta nueva tecnología sea un éxito.
Otras grandes tecnológicas, con menor ambición que la Zuckerberg, también preparan su asalto al metaverso. Nvidia, una de las mayores fabricantes de componentes informáticos, prepara ya un mundo digital en el que las empresas podrán probar entornos industriales antes de construirlos para detectar errores y mejoras. Microsoft también atesora inversiones en realidad virtual como la plataforma social AltspaceVR y dispone de dispositivos propios como las lentes HoloLens 2 y software de realidad mixta como el Microsoft Mesh, lanzado este mismo año. La industria del videojuego es una de la que más partido le puede sacar a este nuevo universo virtual y grandes desarrolladoras como Epic Games, creadora de Fortnite, o Roblox, plataforma de videojuegos creativos, están ya trabajando en adaptar sus aplicaciones a esta nueva realidad que está más cerca en el tiempo de lo que nos parece.
