Opinión

Día grande en Ourense

JOSÉ PAZ
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Sin duda alguna, este día, el 8 de septiembre, es un día grande y punto de referencia para esta provincia. Hoy se celebra la Nacimiento de la Virgen María y en esta jornada es la fiesta en numerosos santuarios ourensanos, comenzando por los Milagros, el Portal o los Remedios. En la Iglesia se celebra la fiesta de los santos el día de su fallecimiento. Porque los santos se hacen y nunca nacen. Su nacimiento es con el pecado original. Únicamente hay tres casos en los que se celebra el nacimiento y la muerte. El nacimiento porque nacieron sin pecado original. Son tres los casos en los que celebramos el nacimiento y también su óbito. 

Así, Jesucristo, su nacimiento el 25 de diciembre y su muerte en Jueves Santo. La Virgen, su nacimiento el 8 de septiembre y su fallecimiento, Dormición o Asunción, el 15 de agosto. ¿Y el tercer personaje? Se trata de San Juan Bautista, quien, aunque concebido con el pecado original, nació sin él porque, según la doctrina de la Iglesia, tras la Anunciación la Virgen fue a visitar a su prima Isabel -la madre del Bautista- en Ain Karin, cuando ya estaba embarazada de 6 meses y, según el Evangelio: “La criatura (San Juan) saltó de gozo en su vientre”. Según la tradición, en ese momento fue liberado del pecado original y por ello nació sin pecado y así se celebra su nacimiento el 24 de junio y su muerte el 29 de agosto. 

En la fiesta de hoy celebramos solemnemente el nacimiento de la Virgen en estas tierras con diversas novenas de preparación desde la cumbre del Monte Medo hasta la cuna del Avia y del Ribeiro o en los Remedios o Vilamaior en Verín. Estos novenarios, célebres en nuestro Ourense, son el punto de encuentro para muchos emigrantes y vecinos que durante el año viven fuera de la provincia. Es muy significativo comprobar la interminable hilera de devotos que por ejemplo van a pie e incluso descalzos y de noche hasta los Milagros y en más de una ocasión se puede comprobar cómo muchos de ellos llegan cansados e incluso con una lágrima en sus rostros que es la súplica y la oración por tantos problemas con los que acceden a los santuarios. Y la Virgen les acoge y consuela.

Porque como dicen los de Marín a su patrona: “Nosa Señora do Carmo que nos de o vento en popa; que somos os de Marín e levamos a vela rota”. Son tantos los avatares que diariamente todos poseemos que es necesaria la ayuda de arriba. Y en este año, con una propuesta muy oportuna, el obispo ourensano exhorta a todos a que en todas esas novenas en honor de la Virgen tengan un recuerdo para la Iglesia de Nicaragua en el momento tan difícil que está pasando. Sin duda un momento oportuno para manifestar la unidad de la fe en un signo de catolicidad.

Hablamos de la devoción mariana pero nunca podemos olvidar que si existe en esta tierra tan grande fe mariológica se debe, en gran parte, al esfuerzo y sacrificio de tantos buenos sacerdotes como han pasado por la diócesis y que nunca descuidaron perfeccionar cada día más el amor a la Virgen. En ello en primer lugar la ingente labor de los Paúles en los Milagros que han atravesado momentos fáciles y también difíciles pero que siempre han cuidado con cariño y esmero el santuario más importante de Galicia. 

Y también hoy en día con un contundente ejemplo en la devoción a los Gozos en A Derrasa, bien cerca de Ourense, y que el actual párroco, don Yeray, siguiendo el celo de su antecesor, don Cesáreo, están promocionando incluso a nivel universal esta advocación.

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