Opinión

Un canto a lo propio

Necesitamos gente como el juez Vázquez Taín para levantar el ánimo y la autoestima. Su paso por Ourense para presentar 'La leyenda del santo oculto', novela que acaba de escribir y poner en la calle, aunque en su arquitectura y entresijos trabajó durante la última década. El trabajo está, pues, lejos del oportunismo generado al calor de los acontecimientos que tienen a la catedral compostelana en el ojo del huracán.

La actividad de su señoría siempre ha sido seguida con interés y simpatía desde Ourense, pues puso sus conocimientos y la autoridad de la toga, además de lo que había que poner, en la lucha contra el narcotráfico en un lugar tan difícil como Vilagarcía, desde donde llegó a incautar el 30% de la cocaína descubierta en España. Prestó entonces un importante servicio a la sociedad gallega y lo sigue prestando en Santiago.

Ahora, en su faceta de escritor, conferenciante y tertuliano aprovecha para reivindicar Galicia y lo gallego; lo hace muy bien, mediante una docta aleación de conocimiento y fibra sensible, sabiamente templada con una pizca de humor, con efectos didácticos y terapéuticos suficientes para levantar el ánimo al auditorio hasta a ese punto de orgullo sobre lo propio. Se ganó la credibilidad del respetable, tanto más cuando en el magistrado curtido o el escritor novel, intuía a aquel niño listo de Zarracós que ya apuntaba maneras para hacer cosas señaladas.

Escuchando a Taín cobra fuerza la idea de que los gallegos además de quejarse frente a la injusticia histórica deben de creer en sí mismos y aprovechar el capital que naturaleza e historia han puesto a su alcance a lo largo del tiempo. Es un balón de moral que tal como están las cosas, debe ser considerado como un servicio.

Te puede interesar