Opinión

Morirse de éxito

Advierto la presencia de un fenómeno extraordinario en las últimas películas de Almodóvar. Es mucho más duradero el protocolo que antecede a su estreno que la presencia de la película en las carteleras una vez estrenada, una situación que tampoco dice mucho en su favor. Personalmente, el entusiasmo que despertaron en mí los títulos de su carrera intermedia cuando Almodóvar estaba en sazón, no ha tenido continuidad ni se han repetido en sus últimas comparecencias, hasta el punto de haber dimitido prácticamente como espectador de su cine sobre todo tras aquella película terrible que se desarrollaba en el interior de un avión en vuelo y que es una de las peores que he visto en mi vida.

Me digo a mi mismo que el mejor escribano echa un borrón y que también a Iribar y a Arconada les colaron un gol bajo la tripa, pero me pregunto también si no estaré trivializando el tema y lo que le ha pasado a Almodóvar es que maduró muy prontamente y a partir de ahí se produjo un proceso de marcha atrás una trayectoria a la que no son ajenos muchos otros controvertidos genios en todas las facetas, del arte especialmente.

No he visto “Julieta”, su última producción con la que ha concurrido al Festival de Cannes y que me dicen en Francia funciona razonablemente. Pero repasando la actualidad, compruebo que le está pasando lo mismo que a sus otras obras tras la cima alcanzada con “Volver” que me parece la culminación de su etapa ascendente y una cinta por otra parte estupenda. Tras un alarde de mercadotecnia preparatoria y un triunfal viaje por todos los medios de comunicación españoles y extranjeros, se estrena la película y a continuación se produce el silencio. Las críticas son veniales pero ninguna es rotunda, e incluso un aliado incondicional como “El País” se apunta a la indiferencia. Su equipo de críticos cinematográficos confiesa que la peli no es ni carne ni pescado y que se han aburrido mortalmente con ella.

El problema es por tanto mucho más profundo que un bache creativo, un asunto que tiende a pasajero. El problema es que Almodóvar se ha dado la espalda a sí mismo porque se ha muerto de éxito. Y aunque esas cosas pasan y la historia es pródiga en tales sucesos, no deja de representar una tragedia. Sea como fuere, desde aquel “Volver” que coronó una trilogía espléndida, hablando en plata, Almodóvar no ha vuelto a hacer una peli buena.

Te puede interesar