Desde siempre se ha hablado sobre el poder de la mente. ¿Pero, hasta qué punto, mis queridos lectores, se conocen todas sus capacidades? Se dice que se utiliza un mínimo de las posibilidades del cerebro y se imaginan maravillas el día en que se pueda llegar al cien por cien. ¿Sería alcanzable transmitir pensamientos, palabras, frases enteras? Mucho se ha estudiado, investigado a fondo y escrito sobre la telepatía y se ha llegado a pensar y tratar de aplicarla en tiempos difíciles con fines bélicos. Pero nada se sabía en definitiva sobre este poder mental hasta ahora. Hoy día puede decirse que se ha logrado un avance extraordinario sobre el particular, lo que marca un hito científico en pro de la telepatía, tantas veces mencionada y tantas veces fracasados cuantos intentos se llevaron a cabo para cristalizar la teoría. Pero digamos cómo y por qué se sabe ya que puede alcanzarse y hacerse realidad.
El caso viene dado por una paciente de la enfermedad neurodegenerativa ELA, que se encontraba con todos los músculos paralizados, sin habla y ayudada por un ventilador para respirar. Esta mujer, de nombre De Brujine, en busca de poder paliar la terrible situación en la que se encontraba, se presentó voluntaria para que le fuese aplicado el sistema del neurocientífico Nick Ramsey. Hay que decir antes de nada, que la mencionada enfermedad, ELA, milagrosamente no afecta a la mente y que el sistema de Nick Ramsey consiste precisamente en controlar un teclado con ella, sin más apoyo externo. Así se hizo, y una vez efectuado el proceso, el resultado fue harto satisfactorio, ya que en efecto, De Brujine llegó a teclear dos letras por minuto. Los resultados del experimento fueron publicados en la revista New England Journal of Medicine, y según ésta, con ello se abre una puerta a la esperanza para remediar o por lo menos aliviar en gran medida situaciones graves de salud en enfermedades como la de ELA.
Felizmente, la citada paciente, quién usa un implante cerebral, ya puede comunicarse con sus hijos, al serle posible teclear con la mente y traducir así sus sentimientos y deseos. Tal y como se especifica, si este sistema prospera, podrá perfeccionarse de forma que pueda ayudar a la comunicación cada vez más fluida, de quienes por enfermedad de inmovilidad, víctimas de accidentes, de ictus, o de tumores, así lo precisen.
