Opinión

UN SECRETO, UNA MENTIRA

Hace unos años, Ronda Byrne publicó 'El Secreto', un opúsculo a medio camino entre las novelas de Dan Brown y la autoayuda de T. Harv Eker. En él, su autora propone lo que denomina 'la ley de la atracción', según la cual, si uno desea algo con todas sus fuerzas y lo visualiza, acabará atrayendo eso que tanto anhela. Y hasta ahí, sorpréndanse, el fabuloso secreto que da nombre a su obra: uno visualiza un Porsche, se lo pide al Universo -quienquiera que sea ese señor- y, sin hacer nada más, acabará conduciendo el coche de sus sueños. Y si lo que prefiere es dinero, uno se extiende un cheque sin fondos, le echa un vistazo de vez en cuando y, según Byrne, un día se descubre millonario. Y todo eso sin mentar el esfuerzo, el talento o el trabajo.


'El Secreto' contó con una poderosa campaña de marketing y con el aval de Oprah Winfrey, que viene a ser como nuestra Ana Rosa Quintana pero más morena y muchísimo más rica. Y, claro está, con esos ingredientes no es de extrañar que 'El Secreto' dejase de serlo, que su filosofía 'New Age' se difundiese por medio mundo y que su autora vendiese libros por toneladas a tantos incautos que, entre siesta y siesta, aspiran a convertirse en imanes capaces de atraer el éxito a su antojo.


Pero la realidad es otra y querer no es suficiente para que el Universo, o quien sea, afloje la pasta. Ni siquiera el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha podido escribir uno de esos fabulosos cheques mágicos para conseguir que el BCE asumiese indirectamente el coste del rescate de Bankia. Y eso a pesar de ser ministro y de poder firmar, por así decirlo, no un simple cheque, sino deuda soberana. Con lo cual queda comprobado que aquí la única que se forra escribiendo es, con la salvedad de algunos escritores reputados, la propia Byrne.


Al final, como decía Vince Lombardi, 'el diccionario es el único lugar en que el éxito llega antes que el trabajo'. Algo que debemos recordar en esta época de crisis en la que, mientras muchos sucumben a un pesimismo patológico, otros caen presa de un optimismo ingenuo y empalagoso que ignora la realidad. Y lo único cierto es que, como seguía diciendo Lombardi, en la vida 'puedes conseguir cualquier cosa, pero si estás dispuesto a pagar el precio'. Y eso, que nunca ha sido ningún secreto, es lo que olvidaba mencionar Ronda Byrne: el precio.

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